Un relevamiento del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI) reveló que de casi 10 veces que los niños y adolescentes ingieren líquidos, sólo dos de ellas toman agua.
Se trata de la segunda edición del estudio el estudio HidratAR II, cuyo objetivo fue indagar en profundidad acerca de las motivaciones que llevan a elegir a los niños por una u otra bebida y cómo se conforman los patrones de consumo a lo largo de la semana.
El trabajo demostró que menos del 6% de la población ingiere predominantemente agua (es decir de una manera habitual en más del 70% de sus consumos) y que un 63% elige regularmente infusiones y bebidas con azúcar. El 31% restante tiene un patrón variado mezclando bebidas azucaradas, saborizadas y agua.
Por otra parte, el trabajo evaluó las motivaciones para cada elección y las clasificó en dos grandes grupos. Aquellas razones funcionales (como estar más sano, o por una mejor nutrición, por el gusto, fácil de tomar, para refrescar) y motivaciones emocionales (por el placer de estar mejor uno o mejor con los demás). De forma llamativa, las razones invocadas fueron similares entre los tres grupos de bebidas, lo que evidencia que no existe una clara diferenciación racional ni en los adultos ni en los niños, quienes atribuyen similares propiedades a las bebidas con y sin azúcar.
En relación a los chicos, solo el 17% de los consumos de líquidos en la semana fueron de agua, y más del 75% fueron bebidas con diferentes tenores de azúcar, en especial para acompar el almuerzo y la cena. Los niños consumen más frecuentemente bebidas azucaradas cuando sus padres participan de la decisión.
«Es llamativo cómo este estudio nos muestra que prácticamente ha desaparecido el agua de la mesa de los argentinos, sobre todo si tenemos en cuenta que los momentos de mayor consumo de bebidas son el almuerzo y la cena. Es necesario rescatar el papel que ha tenido siempre el agua para acompañar las principales comidas y compartir un espacio propio de las familias en el que se cultivan hábitos saludables», opinó el doctor Esteban Carmuega, Director del CESNI.
Ya el estudio HidratAR I, realizado en 2009, había de mostrado que prácticamente la mitad de las ocasiones de consumo correspondían a bebidas, infusiones o agua y que la mitad del consumo diario de líquidos eran bebidas azucaradas, un 29% por saborizadas sin azúcar, y sólo un 21% correspondía al agua.
