En el país con la cifra oficial récord de 5,7 millones de afectados por el virus del sida, las autoridades sudafricanas y los organizadores han previsto un gran reparto de preservativos para los días del Mundial y distintas campañas, incluyendo la difusión de vuvuzelas rojas. El color que simboliza internacionalmente la solidaridad con las víctimas se multiplicará en las tradicionales trompetas que plagan las gradas de los estadios de fútbol en Sudáfrica. El objetivo de la iniciativa se refleja en su leyenda: “Hacé ruido contra el VIH”.
Se propone evitar que la afluencia masiva de visitantes traiga nuevas complicaciones y enfermedades venéreas a la población, y que los hinchas no abandonen el país tras haberse contagiado del virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH).
Tradicionalmente, los Mundiales son propicios para una mayor actividad sexual y un incremento de la prostitución, ante lo que la organización ha pedido prevención para evitar enfermedades.
«Vamos a tener muchos visitantes. Sabemos que habrá turistas que vendrán para tener relaciones sexuales. No se puede ocultar eso. Es algo que ocurrirá, pero, ¿cuáles serán los efectos para el país?», se preguntó hace unas semanas el ministro de Salud de Sudáfrica, Aaron Motsoaledi.
Para combatir las prácticas de riesgo, el equipo médico de la organización anunció que la información y la distribución de preservativos será clave durante los días del evento.
«Habrá una afluencia importante de gente al país y un espíritu festivo (…) que podría desencadenar una mayor demanda de preservativos», dijo el responsable médico del Comité Local de Organización de la cita mundialista, Victor Ramathesele en una conferencia sobre salud en febrero en Sun City.
Según la agencia anti-sida de Naciones Unidas (ONU), Sudáfrica es el país con mayor número de seropositivos del mundo, con 5.700.000 de una población de 48 millones, lo que constituye una tasa del 12%.
Las estimaciones de las autoridades también apuntan a la llegada al país de 40.000 prostitutas y Sudáfrica ha pedido colaboración internacional para cubrir una partida extra de 1.000 millones de preservativos, en previsión de la llegada esperada de algo menos de medio millón de personas.
