Las nuevos casos de VIH cayeron a cerca de un tercio desde el pico de la epidemia y las muertes por tuberculosis disminuyen un 1,4% cada año desde 2000, según un nuevo estudio comparativo de 188 países presentado en la Conferencia Mundial de Sida en Melbourne, Australia.
El informe demuestra que el VIH es cada vez más una enfermedad crónica y el mundo añadió 20 millones de años de vida por el éxito de los programas para detener la propagación.
Los investigadores señalan que «el precio relativamente bajo de cada año de vida ganado» es uno de los principales logros de la salud mundial en la última década.
El estudio «Incidencia y Mortalidad Global, Regional y Nacional de VIH, Tuberculosis y Malaria durante 1990-2013», publicado en The Lancet, fue desarrollado por un consorcio internacional de investigadores liderado por el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington.
En 2013 globalmente había unos 30 millones de personas viviendo con VIH, 1,8 millones de nuevos casos y 1,3 millones de muertes a causa de esta enfermedad.
Durante el pico de la epidemia, en 2005, el VIH causó 1,7 millones de muertes, mientras que su incidencia global tocó su punto más alto en 1997, con 2,8 millones de nuevas infecciones.
En cuanto a la tuberculosis, las tasas de prevalencia a nivel mundial se redujeron en un 1,3% por año entre 2000 y 2013, debido en gran parte a los avances registrados en el sur y este de Asia. En 2013 había 7,5 millones de nuevos casos de tuberculosis y la enfermedad causó 1,4 millones de muertes en todo el mundo.
Los tratamientos tempranos y más efectivos ayudaron a acortar la duración de las infecciones por la enfermedad, pero los expertos advierten que a medida que el mundo envejezca aumentarán los casos y las muertes.
Al igual que en el VIH y la tuberculosis, los investigadores encontraron que una mayor atención relacionada al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ayudó a reducir contagios y muertes por paludismo (malaria).
La mortalidad por paludismo comenzó a disminuir después del pico de 1,2 millones de personas en 2004 a cerca de 855.000 en 2013, y las muertes de niños en el Africa Subsahariana se redujeron 31,5% en este período.
Las tasas más altas estandarizadas uertes se dieron en Mozambique, Burkina Faso, Guinea-Bissau, Mali, Sierra Leon, Gambia y Guinea. Fuera de África, la mortalidad por paludismo se ha reducido sostenidamente desde 1990, indica el informe.