Especialistas piden acatar el proceso natural de dar a luz

Desde este lunes se celebra la Semana Mundial del Parto Respetado, bajo el lema “¿40 semanas? Respetemos los tiempos del nacimiento”. Obstetras bregan por evitar prácticas invasivas innecesarias.  

Bajo el lema «¿40 semanas? Respetemos los tiempos del nacimiento», se celebra desde el próximo lunes la Semana Mundial del Parto Respetado, cuyo objetivo es promover la modalidad del parto humanizado ante prácticas que son antinaturales y que pueden violentar a la mujer y al bebé, y frente al crecimiento de las cesáreas innecesarias, según datos de los especialistas.

«La tasa de cesáreas está en general entre el 30 y el 35% de los nacimientos en los hospitales públicos y en el área privada es bastante más», dijo a Télam Eduardo Fernández, director de la maternidad pública Estela de Carlotto, de la localidad bonaerense de Moreno, referente de la práctica del parto respetado y donde las cesáreas «no superan el 13%, sólo se realizan cuando no hay otra posibilidad», añadió.

La tasa ideal de cesáreas debe oscilar entre el 10 y el 15%, según las consideraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de que esta práctica es cada vez más frecuente en todo el mundo.

Según la ley 25.929 aprobada en Argentina en 2004, toda mujer tiene derecho a un parto natural, a estar acompañada por la persona que ella desee, a elegir la posición en la que quiere parir, a transitar su embarazo, parto y posparto respetados en todos los sentidos y a ser protagonista activa y recibir información necesaria para decidir.

Otro de los aspectos clave en esta modalidad es el respeto de los tiempos biológicos y evitar las prácticas invasivas innecesarias.

El director de esta maternidad, donde se atiende gente de toda la provincia para el parto respetado, enfatizó en la importancia de que «sea la mujer la protagonista, ella y su familia, y no el médico», y resaltó “el respeto por el contacto piel a piel, no llevarse al bebé cuando nace, permitir que estén juntos y fomentar la lactancia exclusiva».

«Tener el bebé cuando nace se llama ‘Copap’, contacto piel a piel, eso genera un vinculo temprano, el reconocimiento mutuo», dijo Fernández, tras reafirmar que la función de la obstétrica es acompañar, «acá hay un servicio muy fuerte de la partera, y el médico está para acompañar si surge algún problema».

Por sus parte, Alejandra Abendaño, obstetra de la Maternidad Santa Rosa del Hospital de Vicente López, en el conurbano bonaerense, expresó que «muchas veces se habla de parto respetado sin tener muy claro qué se respeta, si el deseo que tienen algunas mujeres de parir por cesárea o de no dar la teta, o el camino biológico y natural de parir».

Ante los distintos factores que pueden incidir en la realización de cesáreas innecesarias, como la falta de información, la decisión arbitraria del médico o el pedido de la misma mujer, la especialista tomó una de las aristas de esta problemática al preguntarse «¿por qué a las mujeres nos cuesta parir y dar la teta?».

«Como obstetra veo una mayor dificultad a un parto natural y a dar la teta, pero creo que no es por falta de deseo si no porque hay algo que cuesta, hay algo más profundo en la cultura que nos va corriendo el instinto», arriesgó tras añadir que además «hay desconocimiento, y en general una confía en su médico si le dice ‘vas a cesárea'».

«Para el común de la gente está complicado el camino de acercarse a lo natural, pero es lo mejor que nos puede pasar, porque el parto es con una química propia que nos favorece a nosotras y a nuestros hijos, la situación natural es beneficiosa, hay un cóctel químico que se produce con lo natural y no con el sistema convencional, donde se pone un suero y hay intervenciones innecesarias», precisó.

No obstante, aclaró que la cesárea es una herramienta favorable cuando es necesaria; y en este sentido la OMS plantea que esta práctica «cuando está justificada desde el punto de vista médico, es eficaz para prevenir la morbimortalidad materna y perinatal».

Abendaño remarcó la importancia del parto natural al describir que «el bebé atraviesa el canal de parto con sustancias químicas que le permiten pasar de ser un ser acuático a un ser aéreo; pasar por ese canal es una transición que le permite adaptarse a este mundo más fácilmente».

Querer cambiar la cantidad de semanas o días del embarazo, adelantando la fecha, «es como querer que el sol salga antes», aseguró.

Para la especialista, el parto que no tiene en cuenta el camino natural va en detrimento del vínculo de la madre con el bebé porque «las dos primeras horas son centrales, hay algo que es químico que se pierde separando al bebé al nacer, y no sólo por lo emocional si no también por lo biológico».

«Si se pone al bebé, que es estéril, en contacto inmediato con la piel de la mamá -continuó- se coloniza con los bichos de la madre y ella le va a dar la teta con sus anticuerpos».

La especialista enfatizó que «las mujeres deberíamos reafirmar con más fuerza esta posibilidad que tenemos de parir con nuestro propio cuerpo, nosotros tenemos con nosotras mismas el proceso de parto, la sabiduría está en la mujer, en tanto la medicina y la ciencia debería ayudarnos si tenemos algún problema».

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