Hasta 650.000 personas mueren cada año por enfermedades respiratorias causadas por la gripe estacional, según nuevas estimaciones difundidas hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La entidad global ha colaborado para la elaboración de ese cálculo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
«Esto marca un aumento con respecto a la anterior estimación global, que se situaba entre 250.000 y 500.000 (fallecimientos), la que data de diez años atrás y cubría todas las muertes relacionadas con la gripe, incluidas las enfermedades cardiovasculares y la diabetes», explicó la OMS en un comunicado.
Los datos que se manejarán a partir de ahora serán de 290.000 a 650.000 muertes, pero se excluyen las enfermedades que no sean de naturaleza respiratoria.
El nuevo cálculo se basa en informaciones más amplias, de un mayor número de países, entre los que se incluyen los de ingresos medios-bajos.
«Esto pone en evidencia la carga sanitaria de la gripe y sus altos costos sociales y económicos para el mundo», señaló el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Peter Salaman.
Agregó que también queda probada así la enorme importancia de la prevención de la crisis estacional y de la preparación para eventuales brotes pandémicos.
En detalle, los datos revelan que la mayoría de muertes ocurren en personas mayores de 75 años y en las regiones más pobres del mundo, pero Salaman dijo que esto no debe hacer bajar la guardia a «todos los países, ricos o pobres, grandes o pequeños, que deben trabajar juntos para el control de los brotes de gripe».
En el caso de los niños menores de cinco años, prácticamente todas las muertes por infecciones respiratorias ocurren en países en desarrollo.