Enfermedad por arañazo de gato

Pueden provocar infecciones en la piel y afectar los ganglios linfáticos regionales. Es importante lavar la herida con agua y jabón de inmediato. Los casos más graves requieren antibióticos.

Los niños disfrutan y juegan mucho con sus mascotas, pero en ocasiones el contacto estrecho puede devenir en mordiscos del animal, en particular cuando se siente molestado. La gran mayoría de estos accidentes son provocados por perros y en menor medida por gatos.

Como tienen dientes largos y filosos, las heridas por mordedura de felinos suelen ser profundas. Cuando ocurren en la mano pueden llegar a comprometer el hueso o las articulaciones provocando osteomielitis u osteoartritis. Al cabo de pocas horas aparece dolor y la zona comprometida se encuentra hinchada, roja y caliente. En estos casos es importante consultar e iniciar el tratamiento con antibióticos lo antes posible.

Los felinos también hieren mediante arañazos, que son frecuentes que en las manos o en la cara.  Este tipo de lesiones pueden provocar una infección en la piel y afectar a los ganglios linfáticos regionales, un cuadro conocido como enfermedad por arañazo de gato.

Entre tres a siete días después del contacto con el animal, aparece en la piel una mancha roja sobreelevada con vesículas, que persiste durante una o varias semanas. La lesión no produce molestias y cura sin dejar cicatriz.

Lo más característico de esta enfermedad es el compromiso de los ganglios linfáticos próximos a la lesión. Aumentan de tamaño y se presentan con dolor, enrojecimiento y calor. No es infrecuente que los ganglios supuren espontáneamente. Cuando el arañazo es en la cara puede afectarse el ojo y presentar conjuntivitis. En algunos casos los niños manifiestan síntomas generales leves como fiebre y decaimiento y rara vez tienen manifestaciones más severas como encefalitis, meningitis, hepatitis, neumonía o retinitis.

La infección es causada por una bacteria llamada Bartonella henselae y es más frecuente después del contacto con felino de corta edad. También se ha comprobado que la enfermedad se transmite a través de la picadura de la pulga de gato. En las personas sanas generalmente tiene una evolución autolimitada y cura sola, pero en los casos más severos y en los pacientes inmunocomprometidos se aconseja el tratamiento con antibióticos.

Para prevenir este percance, se recomienda evitar el juego brusco con un gato, en particular si es chiquito. En caso de una mordedura o arañazo es importante lavar la zona con agua y jabón.

Cuidar a la mascota, aplicarle las vacunas indicadas y hacer el tratamiento para que este libre de pulgas también ayudará a evitar estas complicaciones.

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