Las disfunciones sexuales femeninas son un tema mucho menos difundido que los problemas de la sexualidad del hombre, fundamentalmente por razones culturales. Pero según una encuesta realizada recientemente, el 43 por ciento de las mujeres declara a lo largo de su vida padecer una de ellas.
Las llamadas disfunciones sexuales en la mujer son la falta de deseo sexual, que se denominaba antes frigidez, la anorgasmia o incapacidad de alcanzar el orgasmo, la dispareunia o dolor durante la relación sexual y el vaginismo, una serie de síntomas por los que la mujer no puede ser penetrada.
La disminución de deseo es la más frecuente en todas las edades.
Cuando esta se asocia a angustia, se llama TDSH o trastorno del deseo sexual hipoactivo. Se calcula que afecta al 10 por ciento de las mujeres pero estas no llegan a animarse a hablar de su problema con sus médicos, ni aun con el ginecólogo y más aun si este es hombre.
Según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, si la falta de deseo no produce angustia ni se puede relacionar como causa a trastornos en las relaciones interpersonales o malestares diversos, las mujeres no lo consideran un problema de salud. También, existen casos en que el TDSH es un efecto secundario, ya sea de la toma de medicamentos como antidepresivos, antihipertensivos o corticoides; como de enfermedades cardiovasculares o trastornos inmunológicos, de problemas de tiroides, de diabetes, y por supuesto, del estrés y la fatiga.
Segun el estudio PRESIDE, que se realizó en Estados Unidos, el deseo sexual disminuido va a afectar en algún momento de su vida al 38,7 por ciento de las mujeres, con prevalencia en la pre-menopausia; y el TDSH llega a afectar a un 13 por ciento de las mujeres entre 45 y 64 años. Otro estudio, el WISHeS, que investigó la prevalencia del TDSH en Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido, concluyó entre otras cosas en que la menopausia tiene un impacto significativo en el deseo sexual de la mujer, mucho mayor si esta ha sido provocada por cirugías ablativas debido a tumores, por ejemplo, que si se trata del ciclo producido naturalmente.
Aparte de la menopausia, hay otros factores que influyen en que aparezca con más frecuencia el TDSH: aumentan el riesgo el nivel educativo y social, el tabaquismo, el índice de masa corporal, el uso de terapias hormonales y por supuesto, la historia sexual de cada mujer.
5 aliados naturales
En la medicina natural existen numerosas indicaciones para mejorar la respuesta sexual de la mujer, con algunos remedios que son indicados para hombres y otros exclusivos para ellas.
Algunos de ellos son sustancias naturales que se pueden adquirir en comprimidos, otros provienen de plantas conocidas hace cientos de años.
La arginina, que es uno de los 20 aminoácidos esenciales del organismo, interviene en el funcionamiento sexual tanto de hombres como de mujeres. Al entrar en contacto con la enzima óxido-sintetasa que segrega nuestro organismo, se convierte en óxido nítrico dentro de nuestro cuerpo. Es por ello un generador directo del óxido nítrico corporal que tiene diversas funciones vasodilatadoras, lo que mejora así la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Los músculos recibirán más oxígeno que desembocará en una mayor cantidad de energía, pues ésta se obtiene a través de la quema de oxígeno y grasa. Este proceso dotará de mayor fuerza y vigor a los músculos que estarán preparados para afrontar un esfuerzo físico en perfectas condiciones. Al mismo tiempo aumenta la circulación sanguínea en la zona genital lo que da más sensibilidad y acelera la excitación.
La cafeína también es útil como estimulante suave, que disminuye además la sensación de fatiga, bloqueando en el cerebro los receptores de adenosina, lo que mejora la excitación.
La damiana, la cimicífuga y la maca se utilizan con diferentes propósitos. La primera es una hierba utilizada por las primitivas culturas indígenas mexicanas, como los mayas y aztecas, con fines rituales, conocida como estimulante y vigorizante sexual de hombres y mujeres, desde el siglo XVI. Según investigaciones recientes equilibra los niveles de hormonas femeninas, reduce la sequedad vaginal producida por la menopausia y estimula las contracciones musculares en la zona de los genitales. Se utiliza en infusión, dos cucharaditas de hojas secas en una taza grande de agua, 3 veces por día. También puede prepararse un vino o vodka con hojas en maceración, 20 g x litro 5 días y tomar un vasito a la mañana. Otra opción es adquirirse en tintura.
La cimicifuga racemosa (cohosh negro) se usa para el alivio de síntomas como sofocos, sequedad vaginal, irritabilidad, y hasta vértigo. La cimicífuga es una de las plantas más eficaces en el alivio de los sofocos, ya que disminuye los niveles de LH, hormona luteinizante implicada en la aparición de la reacción vasomotora acompañada de taquicardia.Se encuentra en tintura y cápsulas. También tiene una acción sedante suave.
La maca, por último, una planta de origen andino que se utiliza como super alimento en polvo o en cápsulas, es utilizado por las macamidas, alcaloides que estimulan el hipotálamo y las glándulas suprarrenales, que le dan poder reconstituyente y vigorizante, aumenta el deseo sexual y su mayor ventaja es que es efectiva aún en casos en qe la disminución del deseo sexual es producida por el uso de antidepresivos del tipo de los inhibidores de la recaptación de serotonina.