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¿Por qué puede desencadenarse una crisis asmática?

El 6% de los argentinos padece esta enfermedad crónica que con una detección oportuna y un tratamiento apropiado puede mejorar considerablemente la calidad de vida de los pacientes.

Las causas principales del asma y cómo tratarlas (Foto: Pixabay)
Las causas principales del asma y cómo tratarlas (Foto: Pixabay

El asma es una enfermedad crónica que provoca inflamación y estrechamiento de las vías que conducen el aire a los pulmones. Según explica el Dr. Dionisio Der Jachadurian (MN 90748) “se caracteriza por períodos en los que el paciente se siente bien y no tiene síntomas, alternados con momentos denominados exacerbaciones o crisis asmáticas en donde la afección se hace presente”. En esta etapa los síntomas pueden manifestarse varias veces al día o a la semana, y en algunos casos empeoran durante la actividad física o por la noche.

“Muchas veces la persona asmática no es diagnosticada ni medicada a tiempo, lo que afecta significativamente su calidad de vida e incluso en casos extremos puede ponerla en riesgo”, advierte el doctor Der Jachadurian.

Sin control puede ser mortal

Esta es la enfermedad crónica más común entre los niños. En la actualidad, hay unos 235 millones de personas en el mundo con asma. En Argentina, casi 900.000 personas la padecen (aproximadamente un 6% de la población) según la Encuesta Nacional de Prevalencia de Asma, realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en 2019.

Si bien la mortalidad por asma ha disminuido en las últimas tres décadas gracias a los adelantos terapéuticos; según la Organización Mundial de la Salud, en 2019 fallecieron 383.000 personas por esa causa en su mayoría en adultos mayores. En nuestro país en ese mismo año murieron 44 personas según los registros del Boletín del Ministerio, decesos totalmente evitables cuando el paciente tiene un control total de la enfermedad. Luego, llegó la pandemia de Covid-19 y el riesgo en este sector de la población aumentó.

Períodos de crisis

Los ataques asmáticos se dan con mayor frecuencia en invierno y en primavera. Sus manifestaciones principales son: falta de aire, sensación de “pecho cerrado”, fatiga, tos y muchas veces respiración ruidosa, que produce sonidos similares a silbidos y/o ronquidos.

En el mecanismo por el cual se producen los síntomas están implicados tanto el espasmo (contracción) del músculo bronquial como la inflamación de la mucosa respiratoria. Ambos provocan la reducción del diámetro de las vías respiratorias con obstrucción al flujo del aire y dificultad para respirar, situación que se conoce como broncoespasmo, en la cual se cierran los bronquios.

De acuerdo con el doctor Der Jachadurian, las crisis asmáticas pueden desencadenarse por:

Una reacción alérgica a un agente presente en el ambiente: ácaros, esporas microscópicas de hongos, pelos y partículas de la piel de gatos y perros, y gérmenes responsables de infecciones respiratorias.

El aire frío, humo de cigarrillo, polución ambiental, gases de escape de automotores, etc.

Sustancias que se rocían como pinturas y productos de limpieza, vapores de solventes.

Medicamentos (por ejemplo, aspirina) y algunos aditivos de los alimentos.

El estrés emocional y el ciclo menstrual.

El ejercicio: “Si bien puede desencadenar una crisis asmática, no debe ser evitado porque produce un importante efecto benéfico en el asmático al fortalecer el aparato respiratorio y cardiovascular”, aclara el doctor Der Jachadurian.

No se cura, pero sí se controla

Para diagnosticar el asma se realiza un interrogatorio, un examen físico y un estudio respiratorio llamado espirometría que sirve tanto para el diagnóstico como para el seguimiento de la evolución y respuesta al tratamiento.

Para el abordaje de esta enfermedad, hay tratamientos muy efectivos que mejoran notablemente la calidad de vida del paciente a nivel social, laboral, educativo y deportivo. Sin embargo, no todas las personas con asma reciben el mismo tratamiento, ya que éste varía en función de la gravedad de la enfermedad. Los pacientes con síntomas persistentes deben tomar diariamente medicamentos a largo plazo. Asimismo, es fundamental que se identifiquen y se eviten sus desencadenantes (estímulos que irritan e inflaman las vías respiratorias, gatillando los síntomas).

En caso de producirse una crisis asmática –la cual puede ser potencialmente grave– el paciente deberá tener en claro los pasos a seguir. “A esto se lo llama el plan de acción que debe ser acordado previamente con el médico”, recomienda Der Jachadurian.

Los 3 datos que todo paciente con asma debe conocer

1- Los pacientes con asma moderada y grave pueden beneficiarse con las vacunas contra la gripe y la neumonía, previniendo complicaciones evitables, por lo que deberán consultar con un profesional para definir si deben recibirla y en qué momento sería más oportuno hacerlo.

2- Si una persona que no tiene diagnóstico de asma sufre de cuadros de broncoespasmo en forma repetida, debe consultar al médico para dilucidar su causa, ya que se puede estar ante un caso de asma no diagnosticada aún y podría beneficiarse con un tratamiento efectivo que suprima los síntomas.

3- El ejercicio ayuda a fortalecer el aparato respiratorio y cardiovascular de la persona asmática, por lo que el médico debe medicar apropiadamente al paciente que desee practicar deportes e indicarle cuál es la mejor forma de realizar la actividad física, que sea compatible con su condición.

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