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A pesar de los programas de control prenatal, aún hay casos de sífilis en recién nacidos

Estudios en la provincia de Buenos Aires indicaron que la proporción de embarazadas con la enfermedad ronda entre el 1 y el 3%. La tendencia ocurre aunque el diagnóstico y el tratamiento en esta etapa es sencillo.

La proporción de embarazadas con sífilis es de entre 1 y 3%

La sífilis, una enfermedad infecciosa de transmisión sexual, puede ser transferida de la madre al bebé durante el embarazo o el parto. A pesar de que tanto el diagnóstico como el tratamiento en la mujer embarazada son relativamente sencillos, aún nacen niños con sífilis congénita. Especialistas subrayan la importancia de lograr un buen control del embarazo para proteger la salud de la madre y evitar la transmisión de esa enfermedad al bebé.

 

Los resultados de varios estudios locales indican que la proporción de futuras madres con sífilis es de entre el 1 y el 3%. En  la provincia de Buenos Aires, de acuerdo con los datos de la Encuesta Perinatal 2008 que se realizó en más de diez mil puérperas (mujeres en el período posterior al parto), la proporción de este grupo con sífilis fue de 1,4%.

 

En la actualidad, la Dirección de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual (del Ministerio de Salud de la Nación) está llevando adelante un estudio de prevalencia de sífilis en puérperas en 24 maternidades del sistema público nacional.

 

Para las autoridades de esta Dirección “tanto el diagnóstico, como el seguimiento y el tratamiento de esta problemática son de bajos costos y de fácil realización por los centros asistenciales.”

 

Según la licenciada en Obstetricia Ana María Bonotti, investigadora del Departamento de Investigación en Salud de la Madre y el Niño del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), con sede en la ciudad de Buenos Aires, “un bebé infectado puede nacer sin los signos y síntomas de la enfermedad y si no es sometido a tratamiento de inmediato, puede presentar alteraciones en la piel o huesos al cabo de unas cuantas semanas y sufrir diferentes daños, como retraso en el desarrollo o convulsiones. Lo importante es que si se trata a la mujer embarazada, se previene la transmisión de la sífilis al recién nacido.”

 

Todas las mujeres en período de gestación deben realizar estudios regulares de detección de la enfermedad. Sin embargo a veces se presentan algunas dificultades. Puede ocurrir que se hagan un control prenatal en forma tardía y no alcancen a recibir el tratamiento debido a que el diagnóstico se realiza muy cerca de la fecha de parto o, incluso, después. Por otra parte, no todas las embarazadas tienen acceso al control prenatal (el número de las que no acceden varía entre provincias)

 

La vía principal de contagio de la sífilis es por contacto sexual y el método más eficaz para prevenir la enfermedad consiste en usar preservativo en las relaciones sexuales. No hay una vacuna para su prevención.

 

De acuerdo a la sintomatología, la sífilis presenta cuatro fases:

 

• Después de un período de incubación asintomático variable, cuyo promedio es de 21 días, comienza la fase primaria y su primer síntoma es una lesión característica llamada chancro, úlcera indolora, indurada en genitales, boca o mucosa. Puede pasar inadvertida y desaparece uno o dos meses después, tiempo en que el treponema invade el organismo de no ser tratada.

 

• La fase secundaria que es la de mayor contagio (entre la 3° y 6° semana). Comienza cuando aparece un exantema mácula pápula en piel y mucosas (erupción), en una o más áreas del cuerpo, que por lo general no produce picazón. Puede que se presenten otros síntomas como fiebre, descenso de la temperatura, mialgias, cefaleas, dolor de garganta, dolores articulares, caída del cabello, inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso y fatiga, entre otras manifestaciones.

 

• La fase latente (oculta) de la sífilis comienza con la desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. Sin tratamiento, la persona infectada seguirá teniendo sífilis aun cuando no presente signos o síntomas ya que la infección permanece en el cuerpo. Esta fase latente puede durar años. En el 15% de las personas que no reciben tratamiento para la sífilis, la enfermedad puede avanzar hasta las fases latente y terciaria, que pueden aparecer de 10 a 20 años después de haberse adquirido la infección.

 

• En la fase terciaria o avanzada la sífilis puede afectar posteriormente órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Los signos y síntomas de la fase terciaria de la sífilis incluyen dificultad para coordinar los movimientos musculares, parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia. El daño puede ser grave y causar la muerte.

 

• La enfermedad es curable con tratamiento antibiótico adecuado.

 

Fuentes: Agencia CyTA – Instituto Leloir

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