Admiten que nena violada sufre “una pesadilla”, pero reiteran negativa al aborto

La doctora Mariana Dunayevich indicó que con 23 semanas de gestación no se interrumpe un embarazo sino que se produce “un parto inmaduro que pone en peligro la vida de la mamá”. Para la OMS, la práctica se admite entre la semana 20 y la 22. 

La directora asociada del hospital Mariano y Luciano de la Vega de Moreno, Mariana Dunayevich, reafirmó hoy la decisión de no interrumpir el embarazo de una nena de 13 años violada que solicitó esa práctica con 23 semanas de gestación, ya que ello «no es un aborto, sino un parto inmaduro que pone en peligro la vida de la mamá».

La médica explicó que la menor tiene casi seis meses de embarazo y si bien reconoció que «está sufriendo una pesadilla», aclaró que una interrupción «pondría en riesgo la vida de la mamá».

«No es un aborto, es un parto prematuro», explicó.

«Ojalá nos hubiera llegado este caso hace tres semanas», dijo Dunayevich, que indicó que la nena llegó al hospital de Moreno «por primera vez el viernes».

Lidia Tundidor, coordinadora del Programa de Prevención y atención a víctimas de violencia familiar y de género del Ministerio de Salud bonaerense, también comentó que la recomendación de la cartera es no interrumpir el embarazo.

«No estamos en las posibilidades de realizar el aborto porque hay un riesgo. La recibimos tarde», comentó en declaraciones a Radio América.

«Es doloroso que la nena tenga que seguir con un embarazo que no eligió, pero está más avanzado de lo que permite la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer un aborto», añadió.

El ministerio precisó que el organismo internacional define como aborto la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 20-22 semanas y/o hasta que el producto del embarazo alcance los 500 gramos; y la Guía Técnica Nacional de aborto no punible se basa en esta definición.

En  un comunicado, la cartera sanitaria bonaerense explicó ayer que el hospital “no negó la aplicación del Protocolo de Aborto No punible a una niña de 13 años que ingresó con un embarazo de seis meses producto de una violación”, pero luego de que la ecografía arrojara 23 semanas de embarazo, se le explicó a la mamá de la víctima “que la nena ya no estaba en condiciones de ser sometida a un aborto” por lo avanzada de la gestación y por la salud de la niña, que había ingresado con fiebre, producto de una infección urinaria y contracciones.

Por su parte, grupos feministas y pro aborto repudian la decisión y protestarán hoy a la Casa de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en Callao al 200 de la Ciudad de Buenos Aires.

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