Las personas de baja estatura tienen un riesgo más elevado de desarrollar una enfermedad cardíaca y de morir prematuramente que las personas altas, según un estudio publicado este miércoles sobre unos tres millones de individuos.
El trabajo, publicado en el European Heart Journal, indicó que las mujeres que miden menos de 1,53 metros y los hombres que no llegan a 1,65 tienen una tendencia mucho más marcada a sufrir de problemas cardiovasculares en comparación a las que superan los 1,66 metros y los que tienen una altura de más de 1,73.
Estos resultados sugieren que una estatura pequeña debería ser agregada a la lista de los factores conocidos de riesgo cardíaco, como la obesidad y un colesterol elevado, según los investigadores de Finlandia dirigidos por la Dra. Puula Paajanen, de la Universidad de Tampere.
Este vínculo entre la estatura y los problemas cardíacos fue examinado en numerosos estudios en el mundo en los últimos 60 años, pero con resultados contradictorios.
Para hacer surgir eventuales diferencias, los investigadores decidieron comparar los extremos, desde los más pequeños hasta los más grandes. Para eso, se concentraron en 52 trabajos que incluyen a tres millones de personas.
«El resultado es inequívoco: la baja estatura es asociada con un riesgo mayor de enfermedad coronaria (angina de pecho, infarto)», señaló el profesor Jaakko Tuomilehto de la Universidad de Helsinki, al comentar esta nueva investigación en el diario de la Sociedad Europea de Cardiología. Pero advirtió que ser alto no representa una protección contra el infarto.
A pesar de los resultados, la Dra Paajanen agregó que los petisos no tiene motivos para preocuparse, ya que el tamaño es tan sólo uno de los factores que pueden contribuir a las enfermedades cardíacas. Por otra parte, agregó que aunque no se puede modificar la estatura, sí se puede controlar el peso y la higiene de vida, como evitar el tabaco, medir el consumo de alcohol y practicar ejercicio.