Muchos padres colocan componentes suaves como almohadas y mantas en el lugar en que duermen sus bebés, pese a las advertencias de que este tipo de «protección» incrementa el riesgo de muerte de los niños, indicó un estudio realizado en EEUU.
Esto sucede porque muchos adultos tienen la impresión de que un ambiente de sueño suave implica que el bebé estará más cómodo o protegido de lesiones, dijo Rachel Moon, del Centro Médico Nacional de Niños en Washington D.C. y una de las autoras del estudio.
«Cuando se trata del ambiente para dormir de los bebés, suave no es seguro, es en verdad peligroso», añadió la experta.
Los investigadores saben que los bebés negros son al menos dos veces más propensos que los niños blancos, latinos y asiáticos a morir por sofocación o estrangulación accidental o por el síndrome de muerte infantil súbita (SMIS), también conocida como «muerte de la cuna» o «muerte blanca».
Mientras que parte de esa mayor incidencia estaría relacionada con la genética, otra parte respondería a que los padres colocan al bebé, sin saberlo, en un lugar peligroso para dormir, indicó Moon.
Para descubrir si las familias negras conocen estos riesgos, Moon y sus colegas realizaron entrevistas personalizadas y pequeños grupos de discusión con 83 madres negras de Washington D.C. y la región cercana de Maryland. Todas tenían un recién nacido en el hogar.
Los investigadores preguntaron a las mujeres si usaban materiales blandos o «chichoneras» en las cunas de sus bebés u otros lugares para dormir y por qué lo hacían o no. Si bien las entrevistas sólo se realizaron con madres negras, los padres de todas las razas malinterpretarían las recomendaciones del pediatra o lo que es seguro para el ambiente de sueño del bebé, dijo Debra Weese-Mayer, pediatra de la Escuela de Medicina Feinberg de la Northwestern University.
Según los hallazgos publicados en la revista Pediatrics, más de la mitad de las madres informaron el uso de materiales blandos en la cuna de sus bebés, argumentando ante los expertos que querían asegurarse que el niño esté confortable y cálido.
Las mujeres también indicaron que usaban almohadas como barricadas en camas o sillones, o para acomodar la posición de sueño del bebé.
«Nos sorprendió que las personas usen (elementos blandos) porque creían que iban a dar más seguridad al bebé», dijo Moon. «No nos sorprendió tanto que los usen para que estén confortables», añadió.
Algunas madres creen que las recomendaciones médicas de usar una «superficie de sueño firme» consiste en una cama donde una sábana se sujete fuertemente sobre almohadas, pero esa sigue siendo una situación de sueño peligrosa, advirtió el equipo de Moon.
Las madres también usaban chichoneras en las cunas por temor a que sus bebés se golpeen la cabeza o a que sus brazos o piernas queden atorados.
Pero al igual que sucede con las mantas y almohadas, las chichoneras implican riesgo de sofocación, dijo Moon, quien agregó que realmente no hay necesidad de usarlas, especialmente para los bebés más pequeños.
El SMIS causa la muerte de 2.500 bebés cada año sólo en Estados Unidos. Colocar a los bebés para que duerman de costado o boca abajo aumenta el riesgo, al igual que dejarlos descansar en la cama de los padres.
Fern Hauck, investigadora del SMIS de la University of Virginia en Charlottesville, dijo que comprendía el deseo de los padres de que el bebé duerma confortablemente, pero agregó que esa no debe ser una preocupación porque los niños pueden descansar bien casi en cualquier lado.