Las personas que trabajan de 10 a 11 horas por día son más propensas a sufrir problemas cardíacos graves, incluyendo ataques al corazón, que aquellas que cumplen con siete horas de trabajo, señalaron investigadores.
El resultado de un estudio de 11 años entre 6.000 funcionarios públicos británicos no provee pruebas definitivas de que una larga jornada laboral cause enfermedad cardíaca, pero sí muestra una clara asociación, lo cual según los expertos podría deberse al estrés.
En total, hubo 369 casos de muerte por problemas coronarios, ataques cardíacos no fatales y angina entre el grupo de estudio, basado en Londres. El riesgo de sufrir un evento adverso fue un 60% más alto entre aquellos que realizaron de tres a cuatro horas extras.
Trabajar una o dos horas más allá de la jornada normal de siete horas no estuvo asociado con un mayor riesgo.
«Pareciera que hay un umbral, por eso no está tan mal si se trabaja una o hora o un poco más de lo normal», dijo la doctora Marianna Virtanen, epidemióloga del Instituto Finlandés de Salud Ocupacional y de la University College London.
La mayor incidencia de problemas cardíacos entre los empleados que trabajaron más allá de la jornada fue independiente de otros factores de riesgo como el tabaquismo, el sobrepeso o el colesterol alto.
Pero Virtanen dijo que era posible que el estilo de vida de las personas que se ocupan muchas horas se deteriorara en el tiempo, por ejemplo como resultado de una mala dieta o un creciente consumo de alcohol. Sobre todo, las largas jornadas de trabajo podrían estar asociadas con un mayor estrés laboral, que interfiere en los procesos metabólicos, al igual que el «presentismo con enfermedad», en el que los empleados van a trabajar aunque estén enfermos.
Los resultados del trabajo fueron publicados en el European Heart Journal y en un comentario sobre el estudio, Gordon McInnes, profesor de farmacología clínica de la University of Glasgow’s Western Infirmary, dijo que sus conclusiones podrían tener amplias implicancias para los médicos que evalúan los riesgos cardíacos de sus pacientes.
«Si el efecto es realmente causal, la importancia es mucho mayor de la que se creía. El estrés laboral inducido por el exceso de trabajo puede contribuir a una proporción sustancial de la enfermedad cardiovascular», dijo el especialista.