Asocian la sordera con la demencia en adultos mayores

El  riesgo de desarrollar Alzheimer sube en un 20% por cada 10 decibeles perdidos de capacidad auditiva, afirmaron expertos. Evaluaron a 639 personas.

La pérdida auditiva incrementaría el riesgo de demencia

Los adultos mayores que sufren sordera parecen tener una mayor probabilidad de sufrir demencia y ese riego aumenta en tanto la pérdida auditiva se agrava, afirmó un nuevo estudio.

Investigadores de la facultad de medicina Johns Hopkins en Maryland, EEUU, realizaron el ensayo sobre 639 personas de entre 36 y 90 años que no sufrían de demencia. Los participantes fueron inicialmente sometidos, de 1990 a 1994, a estudios para evaluar su funcionamiento mental y sus capacidades auditivas.

Luego se les realizó un seguimiento hasta fines de mayo de 2008 y evaluados nuevamente para determinar si sufrían del mal de Alzheimer o de otras formas de senilidad. Del total de los sujetos del estudio, 125 estaban afectados de una ligera deficiencia auditiva, 53 estaban moderadamente sordos y seis de ellos padecían de una pérdida importante del oído.

Durante un examen realizado en un periodo medio de 11,9 años, los autores del trabajo, publicado en la revista «Archives of Neurology», diagnosticaron 58 casos de demencia, entre los cuales 37  eran del mal de Alzheimer. A su vez, los científicos  establecieron una correlación entre el envejecimiento, la pérdida del oído y el aumento del riesgo de senilidad.

De esa forma, entre los participantes de a partir de los 60 años, el 36,4% del riesgo de demencia estaba vinculado a una pérdida del oído, indicó la investigación. Además, el peligro de desarrollar el mal de Alzheimer se incrementa en un 20% por cada diez decibeles de pérdida de capacidad auditiva, estimaron los autores del estudio.

«Numerosos mecanismos podrían teóricamente jugar un papel explicando la observación de un vínculo entre la sordera y la demencia», destacó el doctor Frank Lin, principal autor de estos trabajos.

Un número de casos de senilidad podría ser diagnosticado sin motivo entre las personas sordas o los individuos podrían ser considerados como sordos sin otro motivo. Pero las dos patologías podrían resultar de un proceso neuropatológico común.

«En fin, la pérdida del oído podría estar vinculado a la demencia posiblemente como consecuencia de un agotamiento de las capacidades mentales y del aislamiento social o de una combinación de ambos», adelantaron los autores de estos estudios.

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