Autorizan en Argentina nueva droga para el cáncer de mama

Se trata de un fármaco para la enfermedad en etapa metastásica. En el país, una de cada ocho mujeres contraen la enfermedad, y el 30% de ellas llega a este estadio. El fármaco devuelve a las células la sensibilidad para que sigan respondiendo a la terapia hormonal.

Un panel que incluyó al Dr. Ricardo Kirchuk, Director del Instituto de Oncología "Angel H. Roffo", presentó la nueva droga.

Especialistas argentinos presentaron una nueva droga que podrá ser empleada en el país, para el tratamiento de los tumores mamarios avanzados y que permite retrasar el uso de la quimioterapia. Ricardo Kirchuk, médico oncólogo y director del Instituto de Oncología «Ángel H. Roffo», de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explicó que la droga se denomina everolimus y se emplea para casos de cáncer de mama metastásico.

Kirchuk señaló, durante un encuentro médico, que «la indicación de everolimus más una medicación hormonal (inhibidor de la aromatasa) demostró promover un proceso molecular que le devuelve a las células la sensibilidad, para que sigan respondiendo a la terapia hormonal».  Destacó que «de esa forma se evita, o al menos se retarda, la indicación de quimioterapia en esas pacientes».

Precisó que «las candidatas a recibir este tratamiento son pacientes portadoras de cáncer de mama avanzado, posmenopáusicas, con receptores hormonales positivos, que recibieron previamente un tratamiento hormonal con algún inhibidor de aromatasa, y en quienes la enfermedad progresó».

En la Argentina, se producen unos 18.000 nuevos casos de cáncer de mama por año, y se estima que aproximadamente el 30% de las mujeres diagnosticadas con esta enfermedad en estadio temprano desarrollará en algún momento cáncer metastásico.

El cáncer de mama con receptor hormonal positivo es una enfermedad tumoral que avanza estimulada por las hormonas sexuales femeninas.

Carlos Silva, jefe del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Británico y del Hospital Universitario Austral, indicó que «hasta hace pocas décadas, la expectativa de vida de una paciente con cáncer de mama avanzado era, en promedio, de dos años, dependiendo de la forma clínica de presentación de la enfermedad».

«Ahora, gracias al detallado conocimiento de la biología molecular de la enfermedad, los tratamientos con quimioterapia, hormonoterapia y, más recientemente, las terapias biológicas dirigidas contra blancos moleculares específicos, una enfermedad inexorablemente mortal en el mediano plazo, se convirtió en una patología largamente controlable con una sobrevida que la acerca a la de otras enfermedades crónicas», afirmó.

Silva señaló que «la comprensión de los mecanismos moleculares de la enfermedad permite influir sobre su respuesta al tratamiento» e insistió que «en el caso de everolimus, pacientes que se volvían resistentes al tratamiento hormonal pueden continuar siendo sensibles al mismo retrasando la utilización de otros tratamientos como la quimioterapia».

Durante la presentación también estuvo presente María Alejandra Iglesias, presidenta de MACMA (Movimiento Ayuda Cáncer de Mama), quien enfatizó en  tanto en “la detección temprana del cáncer de mama como el acceso oportuno y adecuado al tratamiento”.

 “Se deben hacer consultas periódicas con el médico para que realice la palpación clínica de las mamas e indique estudios y frecuencia para efectuarlos”, informó, y detalló: “Se sugiere una mamografía anual a partir de los 40 años y la observación y palpación de las mamas y axilas desde los 20 años para reconocer el tejido y poder estar atentas a cambios o diferencias que las lleven a realizar una consulta médica para un rápido diagnóstico.

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