Las bebidas llamadas deportivas o rehidratantes son bebidas saborizadas que contienen hidratos de carbono (glucosa o fructosa), minerales, electrolitos (sodio, potasio, calcio, magnesio) y a veces vitaminas. Se recomiendan para reponer el agua y los electrolitos que se pierden a través de la sudoración durante el ejercicio intenso. Las energizantes, en cambio contienen principalmente sustancias estimulantes como cafeína, guaraná, ginseng, creatina además de hidratos de carbono, proteínas, amino-ácidos, vitaminas y minerales y no deben ser consumidas por niños ni adolescentes.
Bebidas deportivas: cuándo usarlas
Es importante evaluar en qué ocasiones puede ser útil que los niños y los adolescentes las consuman. La gran mayoría de los niños que se alimentan normalmente y que realizan ejercicios habituales para su edad no necesitan ingerirlas para rehidratarse, el agua es suficiente y apropiada para recuperar los líquidos perdidos. Solamente se recomienda su ingesta en aquellos jóvenes que hacen un ejercicio intenso y prolongado porque aportan calorías y energía y ayudan a mantener el rendimiento muscular.
Bebidas energizantes: evitar su consumo
Estos productos no tienen ninguna indicación en la dieta de los niños y adolescentes. Es habitual que ellos confundan el significado de energizante y que las consuman para rehidratarse y reponer energías después del ejercicio, lo cual resulta en la ingesta de grandes cantidades de cafeína y de otras estimulantes.
Un motivo de preocupación es que los jóvenes recurren intencionalmente a estas bebidas buscando un efecto estimulante para combatir la fatiga o para tener más energía en los deportes o en el estudio. También es frecuente su uso con fines recreativos en reuniones o fiestas a veces asociado al consumo de drogas psicoactivas como el éxtasis.
Efectos perjudiciales
El consumo de bebidas deportivas en personas que no hacen actividad física proporciona una ingesta excesiva de azúcares y de calorías y por lo tanto predispone al desarrollo de sobrepeso y de obesidad.
En cuanto a las bebidas energizantes, la cafeína que contienen es un estimulante del sistema nervioso central, altera el sueño y predispone a la ansiedad. También aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura corporal, la actividad motora y la diuresis (eliminación de orina). En cantidades excesivas, tomando 3 o 4 latas por día puede desencadenar temblores, irritabilidad, diarrea y arritmias cardíacas. Debido a su efecto diurético y laxante no deben usarse después del ejercicio intenso porque aumentan la deshidratación.
Ambos tipos de bebidas producen daños en el esmalte de los dientes. Un estudio realizado en adolescentes de 11 a 14 años demostró que el consumo generaba desmineralización dental debido al pH ácido que generalmente está en el rango entre 3 y 4.
Para tener en cuenta:
• Las bebidas deportivas y las bebidas energizantes NO son iguales
• Las bebidas energizantes contienen estimulantes (cafeína), su consumo excesivo es perjudicial para la salud. No deben ser consumidas por niños y adolescentes
• Las bebidas deportivas solo se deben tomar para rehidratarse después de hacer ejercicio intenso y prolongado.
• El agua es la mejor bebida para tomar en las comidas o para rehidratarse después de hacer una actividad física normal.
Fuente: Comité de Nutrición y de Medicina del Deporte, Academia Americana de Pediatría