Beneficios de la reconstrucción mamaria tras una mastectomía

Por Celina Abud.- Expertos realizan la campaña Bra Day para informar sobre esta intervención, que muchas no piden por miedo o por ignorar que se cubre por ley. Recalcaron que la cirugía es segura y que mejora la autoestima y la calidad de vida.  

La sensación de no estar completa, las pocas ganas de verse al espejo, problemas en la autoestima y frustración son algunas de las sensaciones que suelen sufrir las mujeres que debieron someterse a una mastectomía, que es la extirpación de la totalidad de la mama, o parte de ella, junto con el pezón, a causa de un cáncer de pecho. Algunas pacientes pueden dejar pasar años hasta pensar en una esta intervención estética, lo que se debe a dos factores: los mitos sobre la inseguridad de esta operación y el desconocimiento de que, por ley, está listada en el Programa Médico Obligatorio (PMO) y debe ser cubierta por todas las obras sociales y prepagas. Para concientizar sobre los beneficios de esta opción, el 21 de octubre se celebra en Argentina la tercera edición del Bra Day, en español el Día Internacional de la Concientización de la Reconstrucción Mamaria.

La conmemoración, que se realiza en 30 países, es apenas dos días después del 19 de octubre, el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Se calcula que esta enfermedad afectará a una de cada ocho mujeres a lo largo de su vida y, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, cada año se detectan más de 19 mil casos anuales en el país. Un porcentaje de este total necesitará una mastectomía, pero “se estima que entre el 8 y el 10% de las pacientes que la reciben piensa en una reconstrucción y eso se debe en partes por mitos sobre esta intervención y por falta de información de que la operación está cubierta en su totalidad por la ley 26.872”, indicó a DocSalud.com  el doctor Horacio Mayer, coordinador del Bra Day para Argentina y Sub Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Italiano.

“Muchos médicos no debidamente actualizados desalentaban esta cirugía porque pensaban que podía ocultar o retardar el diagnóstico de una recaída del cáncer. Por miedo, una gran cantidad de mujeres pasaban años sólo con la mastectomía. Hoy se sabe que la reconstrucción mamaria no interfiere en el diagnóstico de una posible reaparición.  A su vez, se sabe que posee efectos benéficos, no sólo desde lo psicológico, sino también desde el sistema inmunológico, porque un estado depresivo crónico lo debilita”, indicó el cirujano plástico.

“Estudios recientes mostraron que las pacientes que se sometieron a una reconstrucción se sienten completas, y eso repercute en el sistema inmunológico, con más sobrevida y período libre de enfermedad”, agregó.

La doctora Liliana Zamora, Médica Oncóloga del Servicio de Ginecología del mismo hospital especificó a este medio que el tamaño del tumor es la primera variable para indicar una mastectomía: “cuando  es muy grande, o bien no es tan grande, pero la mama es muy chica, se realiza”. Explicó que areola y pezón pueden conservarse en las adenomastectomías, pero no en las mastectomías realizadas, por ejemplo, cuando la protuberancia está en el centro de la mama.

“Son pocas las mujeres con cáncer que van a necesitar extirparse la mama, una intervención que duele de la misma manera  a las mujeres más jóvenes como a las personas mayores”, indicó la médica.  Pero la mayoría de estas pacientes son candidatas para una reconstrucción mamaria, aunque es probable que quienes hayan recibido rayos deban esperar un mínimo de 12 meses.

“La reconstrucción inmediata ha demostrado ser una opción segura para muchas mujeres. Las interesadas en  la reconstrucción en el momento de la mastectomía deben pedirle a su mastólogo la derivación para ver a un cirujano plástico”, recalcó por su parte el doctor Hugo Loustau, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Italiano y director de la Unidad Académica, Facultad de Medicina UBA.

Mayer coincidió en que  “lo ideal es reconstruir en forma inmediata, tras la mastectomía, ya que la extirpación es muy notoria, en especial si la mama es grande”. Pero no siempre se dan las condiciones para realizar las dos cirugías juntas, algo que sólo puede concretarse “si la enfermedad de la paciente está en estadios iniciales, porque en etapas avanzadas se van a requerir rayos y se debe esperar, ya que la radioterapia va a reducir la calidad de la reconstrucción”.

Es que según explicó el cirujano plástico, “con los rayos se producen cambios en la piel, que queda como ‘quemada´ y esos efectos producen una alteración en la vascularización de ese tejido, que no cicatriza bien”.

Existen tres técnicas de reconstrucción mamaria, que se eligen de acuerdo al estado físico de la paciente y las características de su tratamiento.  En primer lugar, está la prostética, en la que se utiliza un relleno de gel de silicona para recrear la mama. El doctor Mayer explicó que las candidatas ideales para esta cirugía son las pacientes con un diagnóstico precoz que no necesitan rayos, pero también son aptas las mujeres muy delgadas. Esta opción representa el 80% de las reconstrucciones, ya que es la de recuperación más rápida y sólo queda una cicatriz en la zona de la mastectomía, mientras que en las otras dos técnicas también pueden quedar marcas en zonas donantes de tejido, como abdomen o espalda.  

Otra opción es la llamada autóloga, en el que la mama se recrea con un tejido tomado de otras partes del cuerpo. Las principales destinatarias para esta reconstrucción son, en palabras del experto, “las pacientes irradiadadas con un abdomen dador, con tejido adiposo y piel suficiente para construir una mama, sin expansores ni implantes”.

Por último, está la técnica combinada, en la que se usa un implante junto con tejido tomado de la espalda. Meyer indicó que esta opción se elige para las pacientes delgadas e irradiadas que necesitan reemplazar en la zona de la mama tanto piel como músculo.

“Sin una reconstrucción es muy duro mirarse al espejo”

La primera vez que le detectaron cáncer de mama a Mónica Piccinini fue en 1996 y le extirparon un tumor en un conducto. Tras el diagnóstico y la intervención, debió realizarse 84 sesiones de radioterapia. Siguió sus controles de forma rigurosa, hasta que en 2007, una mamografía evidenció que la enfermedad había vuelto a aparecer.

“El estudio mostró microcalcificaciones agrupadas, algo que alarmó a los médicos, que me mandaron a hacer una punción. Pero demoré casi un año en hacerla porque un mes antes de practicarme el estudio, mi mamá había fallecido por cáncer de mama, y estaba sensibilizada. El resultado mostró que tenía un carcinoma, pero esta vez estaba libre, no en un conducto. La decisión del equipo médico fue hacerme una mastectomía completa del lado izquierdo, porque la enfermedad había aparecido por segunda vez”, relató a DocSalud.com.

Piccinini recuerda que su médico le había sugerido considerar una reconstrucción, que terminó por realizar el doctor Mayer. Por haber tenido que reemplazar piel debido a la radioterapia que se había realizado la primera vez, el equipo optó por la opción autóloga.

“Si bien fui operada en 2009, demoré en hacerme la reconstrucción. Primero por miedo, pero después porque mi piel estaba castigada. Ya con la mama reconstruida, me dieron ganas de volverme a mirar al espejo, porque es muy fuerte enfrentarse con la propia imagen tras una mastectomía, Yo, que fui madre dos veces, siento que la reconstrucción fue como tener mi tercer hijo”, relató.

Hoy, Piccinini recomienda a otras mujeres que consideren una reconstrucción inmediata después de extirparse las mamas, siempre que sea viable.

*El miércoles 21 de octubre, de 17 a 19, se realiza una jornada gratuita y abierta a la comunidad sobre reconstrucción mamaria en el Salón del Concejo del Hospital Italiano, Perón 4190, 1er piso, Ciudad de Buenos Aires. 

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