Cada año 5 mil mujeres reciben un diagnóstico de cáncer de cuello uterino

Los datos se difundieron en una jornada provincial en La Plata. Muchos de los casos tienen origen en cepas o variantes del virus de transmisión sexual HPV. La falta de acceso al Papanicolau ayuda a que la enfermedad se desencadene.

En el país unas 5 mil mujeres por año se enteran de que tienen cáncer de cuello uterino, de las cuales 2.500 fallecen. De esa cifra, 1400 residen en la provincia de Buenos Aires y 400 decesos corresponden a esa región.

 

Estas datos, los nuevos métodos de diagnóstico y las formas de mejorar la accesibilidad al Papanicolaou fueron motivo de debate de la 9º Jornada Provincial del Programa de Prevención de Cáncer Genito Mamario (Progema), dependiente de la Dirección de Medicina Preventiva del ministerio de Salud provincial, que se llevó a cabo esta mañana en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata.

 

Desde hace años se sabe que la mayor parte de los cánceres de cuello uterino tienen su origen en algunas cepas o variantes del virus de transmisión sexual HPV (Virus del Papiloma Humano).

 

 Según detalló Silvio Tatti, profesor de la UBA y uno de los disertantes de la jornada “se estima que el 80% de las mujeres jóvenes y adultas han estado expuestas a este virus, mientras que la tasa de incidencia del HPV de alto riesgo (que puede inducir el desarrollo de un cáncer) en mujeres de entre 15 y 65 años abarca al 17,5%. Del total de afectadas, se estima que cerca de un 85% se curará espontáneamente.

 

Los expertos reunidos coincidieron en que la mayoría de las mujeres que padecen cáncer de cuello uterino son las que menos se realizan el Papanicolaou anual, y esta población coincide con los sectores sociales de más bajo perfil socioeconómico.

 

“Esto ocurre porque tienen menor acceso a la información, porque muchas no han completado la primaria y, sobre todo, porque tienen otras prioridades en salud que no es la prevención de este cáncer” agregó Tatti.

 

En tal sentido, el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, destacó que todo el equipo sanitario debe ponerse al servicio de la prevención y detección temprana de esta enfermedad por diferentes vías: informar en los barrios vulnerables los beneficios del estudio anual, trabajar de manera articulada con el sistema educativo para concientizar a los adolescentes sobre la importancia del Papanicolau tras el inicio sexual (en promedio entre los 16 y 17 años) y efectuar el “rescate” de las mujeres que se realizaron la prueba, pero no regresaron al hospital o centro de salud.

 

El encuentro contó con la presencia del viceministro de Salud provincial, Sergio Alejandre; la coordinadora del Progema, Elvira Guidi además de especialistas, médicos generalistas, obstétricas y ginecólogos que se desempeñan en hospitales de la Provincia de Buenos Aires.

 

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