Cuatro hospitales de la Ciudad de Buenos Aires harán exámenes visuales gratuitos a las personas mayores de 60 años para detectar Degeneración Macular Relacionada con la Edad, una enfermedad que sólo en la Argentina afecta a más de 80 mil personas y que puede provocar una severa disminución de la agudeza visual en apenas unas semanas.
La Degeneración Macular, en este caso en su forma «húmeda», avanza muy rápidamente y afecta la visión central, impidiendo, por ejemplo, leer, manejar, hacer las compras y cocinar, aunque según los especialistas si se detecta a tiempo es posible evitar su progresión.
Esta enfermedad representa la principal causa de disminución severa de la visión en los países occidentales en personas mayores de 60 años.
A manera de prevención, entre el 9 y el 13 de agosto se realizará una Semana de Detección en los hospitales Durand, de Clínicas, Lagleyze y Santa Lucía, donde se examinará en forma gratuita a las personas de más de 60 años de edad y también se brindarán charlas gratuitas a la comunidad.
Esta actividad se replicará en centros oftalmológicos de todo el país durante la tercera semana de septiembre, declarada Semana Mundial de la Degeneración Macular, con lo cual se busca lograr un alcance nacional, según destacaron los impulsores de esta iniciativa, organizada por la Sociedad Argentina de Oftalmología con el apoyo de una empresa farmacéutica.
Durante el transcurso de la campaña, se distribuirá material educativo acerca de la enfermedad y se realizará un ciclo de charlas informativas para la comunidad en los hospitales participantes y en el Auditorio de la Sociedad Argentina de Oftalmología.
Según los expertos, la Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE) es «un proceso degenerativo de la retina en la mácula que produce pérdida de agudeza visual y de visión central», lo cual acarrea problemas para leer, conducir, reconocer rostros, ver la hora, coser, tejer o marcar un número de teléfono.
Por lo general se presenta en personas mayores de 50 años, siendo la primera causa de disminución severa de visión central: existen dos formas, la «seca» y la «húmeda», que si bien se presenta con menor incidencia es la más agresiva e invalidante.
El especialista Jorge Bar, jefe del Servicio de Retina del Hospital de Clínicas «José de San Martín», explicó que la incidencia de esta enfermedad «aumenta con la edad, afectando tanto a hombres como a mujeres».
«Los síntomas son disminución y deformación de la visión central, que puede ser progresiva o aguda. Esto significa una pérdida severa de la visión para leer, mirar, y toda actividad que requiera de una buena definición visual, que no se corrige con lentes», precisó.
En tanto, Oscar Donato, jefe del Servicio de Retina del Hospital Oftalmológico Pedro Lagleyze, señaló que «la afección comienza en muy pocos casos en forma abrupta», y agregó que «por lo general, la persona empieza a ver alguna deformación en las imágenes, una sutil distorsión de las líneas, y la visión comienza a empeorar».
En cuanto al tratamiento de esta enfermedad en su variante «húmeda», durante años sólo se buscaba frenar el avance de la discapacidad visual en un número limitado de casos, aunque hace pocos años se descubrió una nueva terapia -microinyecciones oculares de una droga denominada ranibizumab- que demostró en estudios clínicos mejorar la visión «en un número significativo de pacientes».
«En la forma húmeda de la enfermedad, el tratamiento de elección en la actualidad es la inyección intraocular de un antiangiogénico, algo que se ha desarrollado en la última década y que en muchos casos logra detener la progresión de la pérdida de agudeza visual y, en algunos casos, mejorarla», afirmó Bar.
Esta medicación fue diseñada para bloquear la formación y crecimiento de vasos sanguíneos anormales y fluidos debajo de la retina, lo que ocurre en la DMRE húmeda.
Según trabajos publicados en el New England Journal of Medicine, esta terapia logró «una tasa de respuesta sin precedentes entre pacientes con DMRE húmeda: a dos años de tratamiento, casi el 95% de los pacientes tratados con ranibizumab mantuvieron su visión y más del 68% ganó visión, mientras que el 41% tuvo una ganancia significativa de la visión».