Expertos internacionales en cáncer de mama reunidos este lunes en Jerusalén recomiendan ampliar las pruebas de detección a toda la población, tras encontrar hasta el doble de casos en esta que entre las personas con antecedentes familiares.
«Tomando como ejemplo a la población judía askenazí -la proveniente de Europa central y oriental- encontramos el doble de personas con mutaciones peligrosas que cuando se hacen las pruebas solo a las que tienen antecedentes familiares», aseguró en una rueda de prensa el profesor Larry Norton, que presidió la conferencia que reúne a una treintena de expertos de EEUU, Europa e Israel.
«Las reglas para la detección tienen que cambiar» aunque eso implique «evaluar las consecuencias psicológicas, médicas y económicas de hacer pruebas más generales», señaló Norton, en nombre de los investigadores participan en el simposio organizada por el Centro Médico Soroka y la Fundación para el Cuidado de la Salud de Israel.
Los expertos recuerdan que una detección temprana de mutaciones peligrosas, como por ejemplo en los genes BRCA1 y BRCA2, «puede salvar vidas, ya que permite tomar medidas para minimizar los riesgos».
Las mujeres que portan una mutación BRCA tienen hasta un 85% de posibilidades de desarrollar cáncer de mama u ovarios.