Cierra la primera etapa del Programa de Eliminación de Sífilis Congénita

Se realiza en 35 municipios de la provincia de Buenos Aires. La fase inicial abarcó la capacitación de médico y el rediseño del circuito de atención para la embarazada. A nivel mundial se detectan dos millones de casos por año, que pueden provocar el aborto o la muerte del recién nacido.

El ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires cerrará el próximo 24 y 25 de agosto la primera etapa del Programa de Eliminación de la Sífilis Congénita Pesc/2010, que se lleva a cabo en 35 municipios de la Provincia con más de 50 mil habitantes. La conclusión de esta fase se llevará a cabo durante un encuentro organizado por el Programa de VIH e Infecciones de Transmisión Sexual dependiente de la Dirección Provincial de Medicina Preventiva.

 

«Durante los cuatro meses de duración de esta etapa capacitamos al equipo de salud y rediseñamos el circuito por el que debe asistirse la mujer embarazada en los hospitales públicos y centros de atención primaria”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, y agregó que el objetivo es «curar a la mamá y que no transmita la enfermedad a su bebé por nacer”.

 
Si una mujer contrajo sífilis poco antes o durante el embarazo, el diagnóstico temprano asegura su curación y evita que el feto desarrolle la forma congénita de la enfermedad. En cambio, la ausencia de tratamiento provoca el aborto o la muerte del recién nacido en el 40% de los casos, mientras que un 30% sufre síntomas de Sífilis Congénita, entre los que figuran sordera, infecciones y severos trastornos cardiacos, óseos y hepáticos.

«El análisis para detectar la sífilis en el embarazo más el tratamiento con penicilina, que cura la enfermedad de la madre y evita el contagio al feto, tiene un costo ínfimo, comparable con lo que cuesta un café y un cigarrillo”, detalló Antonio Parisi, referente del Programa Provincial de VIH e Infecciones de Transmisión Sexual.

 
Sin embargo, cada año se detectan cerca de 2 millones de casos de Sífilis Congénita a nivel mundial. En la Provincia de Buenos Aires, en tanto, se estima que se producen 2 mil afectados anuales.

 
«Consideramos que el rol del sistema de salud y en particular del médico que asiste a la embarazada es clave, y en eso hicimos hincapié durante la capacitación”, explicó Parisi. En tal sentido, dijo que el pedido de análisis de VDRL (para detección de sífilis), su posterior confirmación y el empleo del tratamiento para casos positivos «debe ser prioritario y ágil”, de modo tal que en el segundo control del embarazo se comience a implementar.

Los especialistas del ministerio de Salud provincial destacaron que tanto los hospitales como los Centros de Atención Primaria deben facilitar el acceso al diagnóstico y tratamiento tempranos.

«Tenemos disponibilidad de reactivos para los análisis de laboratorio y tenemos medicación de bajísimo costo para curar a la embarazada. Por lo tanto la meta es generar accesibilidad y conciencia entre las mujeres para que no demoren los controles y eviten así nada menos que la muerte o enfermedades severas en el bebé por nacer”, agregó Sonia Quiruelas, coordinadora del Programa Provincial de VIH y Enfermedades de Transmisión Sexual.

La experta agregó que, a diferencia del VIH, donde pese al tratamiento siempre queda un margen de riesgo de transmisión de madre a hijo, en el caso de la Sífilis ese riesgo se reduce a cero siempre que el tratamiento se inicie tempranamente.

El plan Pesc/2010 cuenta con financiación del Consejo Federal de Inversiones (CFI), entidad que aportó 200 mil pesos para su implementación en hospitales de 35 municipios de la provincia de Buenos Aires.

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