Cirugía plástica: ¿la solución al “bullying”?

Para prevenir el acoso escolar, muchos padres estadounidenses optan por realizar procedimientos a sus hijos. El más popular es la otoplastía, destinado a corregir imperfecciones de las orejas.

La pequeña Samantha, antes y después de la otoplastía

A pesar de que el acoso escolar o «bullying» existe desde hace tiempo en el sistema educativo estadounidense, las estadísticas son cada vez más alarmantes, y por eso, quizá, algunos padres con hijos víctimas de esta agresión han decidido buscar una solución en la sala de cirugía.


En cuanto a la práctica quirúrgica actualmente más popular entre menores, se trata precisamente de la otoplastia, una operación destinada a corregir distintas deformidades de las orejas, como tamaño o ángulo. La mayor parte de especialistas coinciden en que un grupo muy reducido de adolescentes han tenido un impacto positivo en su desarrollo emocional y psicológico tras una intervención.

Donn Chatham, un cirujano plástico de Louisville, en el estado de Kentucky, y presidente de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica y Reconstrucción, cree que la mayoría de los casos responden a niños saludables que están buscando mejorar una característica embarazosa, pero funcional.


Para Gerald Pitman, cirujano plástico de Nueva York, el denominador común entre los niños que trata es querer ser normales. «Los niños no quieren llamar la atención por algo negativo», resalta.

En el caso de Samantha, ella misma manifestó su deseo de «arreglar sus orejas». Y a pesar de que la menor también confirmó la semana pasada al programa «Good Morning America» del canal de televisión ABC que todavía no había sido víctima del «bullying», Cami Roselles, madre de la niña, explicó que lo hacía de forma preventiva para evitar que en el futuro fuese acosada.

 

Roselles explicó que algunas personas, especialmente adultos, habían realizado comentarios desagradables sobre las orejas de la niña y eso la había llevado a tomar la decisión de realizar la operación.

Fue así como Samantha y su madre subieron por primera vez en un avión con destino a Nueva York y llegaron hasta la Fundación «Little Baby Face» que le realizó la otoplastia de forma gratuita. La pequeña permaneció dos horas y media en la sala de cirugía con el fin de cambiar la protuberante doblez de sus orejas, y, al final, tan sólo quedó con unos pequeños morados y el molesto efecto de la anestesia, pero eso fue todo.

El cirujano que realizó el procedimiento, Steven Pearlman, cree que cualquier irregularidad puede convertirse en una tortura para los pequeños. «Niños con anormalidades, como Samantha, son menos populares y eso puede afectar al desarrollo de su propia identidad», dijo.

 

A la pregunta de si sugería que los niños se sometieran a cirugía para evitar ser acosados, respondió que depende de dónde se pone el límite. «Si es algo leve, si es algo estético, obviamente no, pero, en mi libro y para la mayoría de la comunidad médica, la comunidad de cirujanos plásticos, tener orejas que destaquen no es una cuestión de estética», señaló Pearlman.

Sin embargo, algunos expertos aseguran que la cirugía plástica no es la solución para el acoso escolar. «Nunca queremos hacer responsable a la víctima del ‘bullying'», dijo al programa de ABC Cheryl Rode del Centro para Niños de San Diego.

Por su parte, Laura Szichman, psicoanalista en Nueva York, asegura que más importante que darle una operación es darle las defensas para que en el futuro no se sienta intimidado. «Me parece que la madre está yendo al síntoma, algo muy típico de este país. Están yendo al efecto y no a la causa. La madre no quería que por eso la intimidaran, pero ella no tiene la seguridad de que no la vayan a molestar por otra cosa», destaca.

 
Szichman recomienda trabajar el problema con la niña, y que cuando la pequeña se haga mayor, ella misma decida si quiere someterse o no a la operación. «La madre termina diciendo que la intimidación tiene alguna verdad y por eso la operó. Es decir, hoy la intimidan por las orejas y mañana porque no tiene la nariz levantadita. La intimidación muchas veces no parte de cosas reales sino de la fantasía del ‘bullying'», indica.

Lo cierto es que es un debate complicado, ya que muchos padres y profesionales creen que se debe aprovechar la tecnología disponible para arreglar lo que se consideran defectos físicos y mejorar la autoestima, pero otros muchos expertos coinciden en que hace falta realizar más estudios para evaluar el verdadero bienestar.


Tanto las cifras de cirugías plásticas en menores como las estadísticas de «bullying» son alarmantes. Una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Salud indica que un 77% de los estudiantes en Estados Unidos han sido acosados alguna vez por un compañero de forma mental, verbal o física.

A pesar de las cifras y medidas drásticas como la tomada por de la madre de Samantha, existen casos de personajes exitosos como el del presidente Barack Obama, que confesó haber sido víctima del acoso escolar y que ha manifestado su política de cero tolerancia ante el asunto, pero luce con gracia sus protuberantes orejas. Es posible que famosos con orejas grandes como Kate Hudson o Will Smith contaran con las herramientas emocionales necesarias para hacerle frente a esta aberración del sistema escolar.

Fuentes: DPA

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