Cómo disminuir las infecciones hospitalarias

Según la OMS, cerca de un 10% de los internados se ve afectado por diversos patógenos que circulan dentro de los nosocomios. Estrategias sencillas como bañar a los pacientes con una solución antiséptica y el uso de antibióticos demostraron eficacia para combatir estas complicaciones.

Las infecciones contraídas en un hospital representan una pesada carga tanto para los enfermos como para el sistema sanitario y, según la Organización Mundial de la Salud, entre el 5% y el 10% de los pacientes que ingresan a un nosocomio las adquiere. Más de 1.4 millones de personas en el mundo sufren estas complicaciones, que constituyen una de las principales causas de muerte en los internados.

Actualmente, la gran mayoría de las infecciones nosocomiales son causadas por gérmenes que se encuentran comúnmente entre la población general y los principales son los enterococos, las enterobacterias y el estafilococo aureus meticilino resistente (SAMR). Este último es una bacteria que habita en la piel y la nariz de las personas, desde allí se propaga y causa infecciones graves en otros órganos como pulmones, huesos, corazón o un cuadro de sepsis, generalmente con complicaciones severas o incluso la muerte. Una medida básica y sencilla como bañar con una solución antiséptica a los pacientes en las unidades de cuidados intensivos (UCI) demostró prevenir las infecciones por este germen.  Y si además del baño se aplica un antibiótico intranasal y se combate a la bacteria en la nariz, el riesgo disminuye significativamente.

En el último Congreso de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas, se presentó un trabajo que evaluó la higiene de los pacientes en la UCI mediante un baño antiséptico con clorhexidina y la aplicación de mupirocina nasal. La clorhexidina es un agente bactericida y fungicida que tiene efecto inmediato y residual (permanece activo aún después de 6 horas) mientras que la mupirocina es un antibiótico que se utiliza en forma tópica para el tratamiento de las infecciones de la piel.

El estudio comparó los efectos de tres estrategias diferentes: evaluar a los pacientes de la UCI para confirmar la presencia del estafilococo en la piel o la nariz y aislar en habitaciones individuales aquellos que portaban la bacteria; aislar a los portadores y además higienizarlos con un baño de clorhexidina diario (durante toda la internación) y aplicación de mupirocina nasal por 5 días y por último tratar universalmente a todos los pacientes con este mismo esquema sin confirmar previamente la presencia de la bacteria.

Según los responsables del estudio que se realizó en 48 hospitales de los EEUU, esta última estrategia de baño diario y mupirocina nasal en todos los pacientes, independientemente de portar el estafilococo, resultó la más efectiva. Disminuyó las infecciones por SAMR en un tercio y también redujo casi a la mitad, un 44%, todos los casos de bacteremia (infecciones en la sangre) provocadas por éste y otros patógenos.

Los beneficios fueron sustanciales y los resultados aportan una sólida evidencia para promover esta práctica en todos los hospitales.

La medida se suma a las otras precauciones que se implementan de rutina para prevenir las infecciones nosocomiales como el lavado de manos antes y después del contacto con el paciente, el uso de guantes, batas y mascarillas y la limpieza, desinfección y esterilización de los ambientes y equipos.

 Fuente: Medscape 

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