En la boca aparecen muchos problemas y el más común es la caries dental. Ésta es una enfermedad infectocontagiosa que se transmite de diente a diente. Es producida por la placa bacteriana, una película transparente e incolora que se forma por los alimentos y bebidas que comemos y tomamos, principalmente, los que contienen mucha sacarosa (azúcar común).
Para eliminar esta placa existen cinco elementos fundamentales: un correcto cepillado, el uso del hilo dental, las pastas dentífricas, buches antisépticos y cepillos interdentarios, de tamaño muy pequeño.
El cepillo dental debe ser muy blando y chico para que llegue a todos los dientes de la cavidad bucal. Hay que utilizarlo después de cada comida o de tomar un simple café y debe colocarse con las cerdas a cuarenta y cinco grados en dirección al surco gingival (unión entre encía y diente). Para el cepillado se debe hacer un movimiento horizontal.
Mientras que el hilo dental se usa para limpiar los espacios entre los dientes. Se puede utilizar con los dedos o mangos diseñados para tal fin. Debemos cambiar el cepillo y el hilo dental cuando las cerdas empiezan a abrirse.
En cuanto a las pastas dentífricas, todas deben contener flúor. Existen de dos tipos, las cosméticas y las medicamentosas. Las primeras son las de uso más común y se venden en los comercios, y las otras son las que contienen determinadas sustancias que combaten, por ejemplo la hipersensibilidad (frío y calor) y las encías inflamadas y sagrantes (que pueden ser producto de la ausencia de cepillado) y se venden principalmente en farmacias.
Debemos llevar siempre con nosotros un kit con un cepillo y una pequeña pasta dentífrica. Debemos recordar también que siempre lo más importante es el cepillado, ya sea con el cepillo seco o ligeramente húmedo y colocarle pasta al equivalente de dos granos de arroz.
*El doctor Eduardo Lichtenstein (M.N. 17270) es Odontologo (UBA).