DRA. RAQUEL PIAZZA – MéDICA PEDIATRA |

¿Cómo son las diarreas agudas en la infancia?

La mayoría de los chicos las experimenta en algún momento de su vida. Por suerte la evolución habitual es la mejoría pasado el periodo agudo. Sin embargo los padres deben estar alertas a los síntomas iniciales y consultar lo más precozmente al médico.

La mayoría de los chicos experimentan en algún momento de su vida diarrea. Por suerte la evolución habitual es la mejoría pasado el periodo agudo. De todas maneras los padres deben estar alertas a los síntomas iniciales y consultar lo más precozmente posible.

Para poder entender lo que es la enfermedad lo primero es definir  el término  diarrea como el aumento del número de deposiciones diarias con disminución de la consistencia llegando a ser acuosas. El mejor indicador de severidad es la instalación brusca y explosiva y la alta frecuencia.

La principal complicación de la diarrea es la deshidratación severa debida a la pérdida excedida de agua y electrolitos que incluso puede producir la muerte. Los síntomas de este empeoramiento son: boca seca, llanto sin lágrimas y  escasa orina. Los cuadros más graves  se ven en los menores de 5 años.

La vía de transmisión es la fecal oral y la diseminación suele ser intrafamiliar. En los jardines infantiles y guarderías maternales se puede adquirir de persona a persona a través de la ingestión de alimentos o agua contaminada, manos sucias, contacto directo con materia fecal en pañales o en el inodoro.

Los juguetes, las superficies de los baños, cambiadores de pañales y las manos de las personas que preparan las comidas pueden resultar fuentes de contagio. Cuando el chico toca esas superficies o alimentos con sus manos que luego se lleva a la boca se está cerrando el círculo de trasmisión.

Los gérmenes de las diarreas

Tanto virus como bacterias son responsables de cuadros de diarreicos  agudos  en la infancia. Agentes infecciosos como el rotavirus y el adenovirus  tienen mayor prevalencia durante la temporada otoño – invierno y el periodo de incubación oscila entre 1 y 3 días.

Los síntomas más característicos son las deposiciones acuosas unas 10 a 15 por día, generalmente no sanguinolentas, aunque de manera excepcional pueden apreciarse hilos de sangre en la materia fecal. También acompañan vómitos en el 85% de los episodios y  fiebre que suelen durar 48 horas,  mientras que la diarrea se prolonga por un periodo de 5 a 7 días.

Las infecciones por rotavirus son las responsables del 42% de las hospitalizaciones de niños menores de 5 años. Según estimaciones de Organización Mundial de la Salud  este  virus está implicado en el 40% de las muertes por diarrea aguda en Argentina, con una  tasa de mortalidad de 2/100.00 niños menores de 5 años.

En el caso de los adenovirus las manifestaciones clínicas son muy diversas desde conjuntivitis, infección de las vías aéreas respiratorias, e infecciones gastrointestinales. Este es el segundo agente causante de diarrea en menores de 2 años después del rotavirus.

Otro grupo de virus que causan diarrea aguda infantil son los enterovirus como el Coxsakievirus  de aparición en los meses del verano.

Las bacterias como la E. Coli, Salmonella enteritidis, Campylobacter y Shigella son causantes de gastroenteritis en la niñez y se adquieren por la ingestión de alimentos o agua contaminadas. También se pueden transmitir a través de alimentos que no fueron cocidos en temperatura y forma adecuadas como es el caso de infecciones E. coli. Además, las características de las deposiciones son otras en particular la E. Coli y la Shigella que producen deposiciones con sangre.

El diagnostico se realiza mediante la recolección de muestras de materia fecal y a través de distintos test de laboratorio. El tratamiento dependerá del estado general del paciente, la severidad del cuadro clínico y del agente etiológico.

Estrategias de prevención

Las diarreas de origen viral tienen una incidencia similar tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo. Esta enfermedad tiene un impacto socioeconómico y familiar muy alto que ocasiona pérdidas de días laborales a los padres.

El rotavirus se elimina por la materia fecal durante una semana. Es importante promover la incorporación del lavado de manos, después del cambio de pañales y antes de la preparación de alimentos, continuar con la lactancia materna, no recurrir a la utilización de “remedios caseros” y, ante la aparición de los primeros síntomas consultar al pediatra.

Mejores condiciones medioambientales y sanitarias de la población ejercen una influencia positiva en la reducción de la cantidad de casos, pero no son las únicas estrategias. La inmunización activa contra el rotavirus desde los primeros meses de vida es la herramienta más eficaz a tener en cuenta. En nuestro país, a partir del 2015, esta herramienta de protección se incorporará al Calendario Nacional de Vacunación.

*La autora es médica pediatra del Sanatorio Mitre y de Stamboulian Servicios de Salud.

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