Comorbilidades del sobrepeso y la obesidad

Los kilos de más acarrean patologías asociadas de mayor y menor impacto. Entre ellas están la diabetes, la hipertensión arterial y las apneas de sueño. Ganar hábitos saludables es clave.

El sobrepeso y la obesidad es un problema sanitario de primer orden no solo por el aumento de su prevalencia sino por ser factor de riesgo de importantes patologías asociadas a las que llamamos “comorbilidades”.

En nuestro país las cifras son alarmantes. Según organismo oficiales, más de la mitad de la población Argentina es alcanzada por este problema, ya que el 53,4% de las personas tiene exceso de peso y un 18% está a expuesto a los riesgos que conlleva la obesidad.”

La OMS calcula que en 2015 habrá aproximadamente 2300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad. Pero, ¿qué sucede con las enfermedades asociadas a éstas afecciones?

 “Una comorbilidad es una condición médica en un paciente que es causada o está relacionada a  otra condición en el mismo paciente. En este caso serian enfermedades secundarias al sobrepeso u obesidad”, explicó el doctor Julio E. Argonz, gastroenterólogo y jefe de la Unidad de Endoscopía del Hospital Bonorino Udaondo.

La personas con  sobrepeso u obesidad tienen mayores probabilidades de presentar comorbilidades, en relación a su gravedad (a mayor índice de masa corporal mayores complicaciones), y a su distribución (mayores comorbilidades con obesidad central que con la de distribución periférica).

El profesional destaca que existen complicaciones de distintos grados. Entre las comorbilidades de mayor impacto están la diabetes mellitus tipo 2, el síndrome de hipoventilación-obesidad,  el síndrome de apnea obstructiva del sueño, la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular, algunos tipos de neoplasias (endometrio, mama, hígado) y la artropatía degenerativa de articulaciones de carga.

Las comorbilidades de menor impacto son la dislipemia, el reflujo gastroesofágico, la colelitiasis, el hígado graso, la infertilidad, el síndrome de ovarios poliquísticos, la  incontinencia urinaria, la nefrolitiasis, otros tipos de cáncer (esófago, colon-recto, próstata, vesícula biliar), la insuficiencia venosa, la fibrilación auricular, la insuficiencia cardiaca congestiva, ciertos tipos de demencias y la hipertensión endocraneal benigna.

La diabetes tipo 2 y el síndrome de apnea obstructiva del sueño se presentan con una frecuencia tres veces mayor en personas con obesidad y sin embargo, algunos tipos de neoplasias o el síndrome del ovario poliquístico se asocian con una frecuencia menor.

Existen diferentes técnicas para contrarrestar el sobrepeso o la obesidad, entre ellos las cirugías quirúrgicas como el by-pass gástrico y los tratamientos endoscópicos, como el balón intragástrico, que son menos invasivos.  

Pero más allá del sistema elegido, el abordaje multidisciplinario con médicos, nutricionistas, psicólogos, y fisioterapeutas; y la voluntad del paciente son pilares fundamentales para alcanzar el objetivo.

Los tratamientos se eligen de acuerdo a las necesidades individuales del paciente. El doctor Argonz destacó las ventajas del balón en personas con un IMC mayor a 27, embarazadas o menopáusicas con sobrepeso, al destacar que “ofrece una  oportunidad de realizar un verdadero  cambio de hábitos, claves para el descenso de peso y prevención de las enfermedades relacionadas al los kilos de más, pero el verdadero esfuerzo radica en sostener las pautas alimentarias y los logros una vez retirado el dispositivo”.

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