Controles y contención, vitales contra el cáncer de mama

Por Celina Abud.- La detección temprana y el tratamiento adecuado son escenciales para abordar la dolencia. Pero también lo es el aspecto emocional. DocSalud.com entrevistó a las presidentas de tres grandes agrupaciones de pacientes. 

El cáncer de mama ocurre cuando las células de los tejidos de la glándula mamaria crecen de una manera anormal y desordenada. Según la OMS,  su incidencia está en aumento. Por el día mundial de la afección, que se conmemora el 19 de octubre, se recuerda que existen una serie de medidas que las mujeres pueden tomar para la detección temprana, como la realización de estudios para identificar tumores en etapas iniciales. También se recomienda llevar una vida sana para disminuir los riesgos. Pero si la enfermedad aparece, existen asociaciones civiles que ayudan a que las pacientes no recorran el camino solas, reciban contención  y garanticen que reciban en tiempo y forma todos los tratamientos contra la enfermedad. DocSalud.com habló con las presidentas de tres de las más asociaciones más importantes y enumeró lo que se debe saber sobre el cáncer de mama.

El riesgo de desarrollar la patología para una adulta es del 13%, o sea que aproximadamente una cada 8 mujeres van a padecerla a lo largo de su vida. Aquellas con un pariente de primer grado (madre, hermana, hija) que hayan padecido cáncer de mama antes de los 50 años tienen un riesgo de dos a cuatro veces mayor que la población femenina en general. Existen recomendaciones contra la enfermedad, también llamadas “de prevención primaria”, orientadas a llevar una vida sana, que si bien no garantizan evitar la aparición de la dolencia, reducen los riesgos. Ellas son la lactancia materna, llevar una dieta con bajo contenido de lípidos, realizar actividad física y no fumar. 

Por otra parte, mediante la “prevención secundaria”, se puede alcanzar un diagnóstico precoz en estadios iniciales con la evaluación de la mujer asintomática, mediante la realización  del autoexamen mamario y de estudios por imágenes. Detectada a tiempo, la enfermedad tiene más de un 90% de chances de superación. Es de suma utilidad realizar la mamografía y ecografía en forma conjunta una vez al año, ya que son métodos complementarios que pueden identificar lesiones con mayor precisión.

Se recomienda a las mujeres consultar ante la aparición de nódulos perceptibles por palpación, la modificación morfológica del seno como cambio de textura o retracción de piel y signos de inflamación o por descamación, dolor, secreción o retracción del pezón. Pero más allá del médico, existen grupos de pacientes y asociaciones dispuestas a ayudar en el camino a la recuperación.

El Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (MACMA), nacido hace 17 años,  está integrado en su totalidad por mujeres que transitaron la enfermedad. Actualmente lo preside Irene Marcet, quien ejerce como artista plástica, da clases en dos colegios de Olivos y tiene su propio taller en Martínez.

“Nuestra función es acompañar, contener e informar a mujeres que están pasando por la enfermedad. Las cuidamos emocionalmente, porque sabemos que la parte anímica es muy importante para la recuperación”, indicó Marcet, para luego agregar que MACMA tiene grupos de mujeres grandes y jóvenes, en el que se tocan otras temáticas como la preservación de la fertilizad y el congelamiento de óvulos. A su vez, dictan clases de arte, de Reiki y maquillaje, poseen un banco de pelucas que las voluntarias prestan y cuentan con asesoramiento de oncólogos y psicooncólogos.

“También damos charlas a la comunidad sobre detección temprana, porque no se puede prevenir el cáncer de mama. Podemos tener una vida sana, pero nada de eso nos garantizan no enfermarnos. Pero si uno detecta el cáncer a tiempo, las chances de superarlo llegan al 95%”, indicó la presidenta de MACMA.

Además de exponer actualmente una obra en “Buscando miradas”, la muestra del Instituto Nacional del Cáncer (INC), Marcet había sido premiada por la obra “Microcalcificaciones agrupadas”, que realizó mientras estaba recibiendo un tratamiento de quimioterapia. Está casada, tiene tres hijas y seis nietas que en sus palabras, iluminan su vida.  

En relación al abordaje de la enfermedad desde la institución que preside, Marcet concluyó: “Siempre tratamos de ponerle humor, porque nos gusta celebrar la vida. Es fuerte tener un cáncer de mama, pero se abre una ventana para disfrutar más de las cosas, aprendemos más a disfrutar de lo cotidiano, a sacarle el jugo a la vida, a mi me pasó”.

La Fundación de Atención Comunitaria Integral del Paciente Oncológico (ACIAPO), fue fundada hace 17 años por la que hoy sigue siendo su presidenta, Marta Artigas. Nació a raíz de la enfermedad del hijo de Artigas y hoy el 60% de quienes acuden son mujeres con cáncer de mama. Artigas dedica muchas horas a conducir la fundación, que tiene inserción en dos instituciones médicas: el Hospital Central de San Isidro y el Hospital Sanguinetti de Pilar.

“Desde ACIAPO estamos focalizados en el acceso, es decir, en bregar por los derechos del paciente para que reciban sus drogas y tratamientos en tiempo y forma. También nuestros voluntarios los ayudan a realizar trámites legales complejos”, indicó.

“Pero por otra parte nos encargamos de la familia o el entorno del paciente desde la medicina social, que abarca desde la contención psicológica a ayudar a los más vulnerables que tienen barreras al acceso al tratamiento por cuestiones como por ejemplo, viáticos”, indicó.  

La fundación que preside Artigas trabaja mucho sobre educación y cáncer y su presidenta viaja mucho con el fin de traer prácticas que se puedan replicar en Argentina. “Con  la información obtenida, tratamos de armar programas en el país. Un ejemplo fue la jornada de enfermería oncológica especializada por temas, como pulmón, mama. Esta idea, que tomé de Alemania no existía a nivel local”, indicó.

A lo largo de su existencia, ACIAPO ya atendió a más de 6 mil familias, una experiencia que en palabras de Artigas, eleva y honra. “Nuestros pacientes, incluso con la enfermedad avanzada dan un mensaje de vida, ellos son nuestros maestros”, concluyó.

 La Asociación Civil por los Derechos de las personas con cáncer (SOSTÉN), presidida desde hace 5 años por la Licenciada en Psicología Aurora Vilas, nació hace 14 años con el objetivo de brindar información a la comunidad. “Hace tiempo la mayoría de la gente no sabía que el tratamiento y el diagnóstico contra el cáncer era gratuito, tanto en el sector público como en obras sociales y prepagas. Para contrarrestar esta situación, un grupo de personas nos reunimos para brindar asesoramiento. De esta forma nos complementábamos con otras asociaciones civiles”, recordó Vila.

Por otra parte, SOSTÉN fue pionera a la hora de repartir información sobre la enfermedad en la vía pública. “Fuimos a las estaciones de trenes, contratamos un ómnibus con cielo abierto, usamos autos ploteados para pararnos en las esquinas y tener impacto y hasta realizamos una campaña con bibicletas ecológicas en Pinamar”, recordó Vilas.

Pero más allá de las tareas de difusión, SOSTÉN trabaja en el Hospital Rivadavia en el Servicio de Oncología Clínica con un grupo de voluntarios que incluye psicólogos y licenciados en nutrición porque, según expresó Vilas, “en materia de cáncer hay muchos avances en el  aspecto biológico pero está faltando contención emocional y la ayuda con tratamientos interdisciplinarios”.  Y agregó que “más allá de prologongar la vida, buscamos mejorar la calidad de vida”.

A través de la línea gratuita 0-800-888-8808, los voluntarios de SOSTÉN brindan contención psicosocial a pacientes porque la misión de la asociación es “sostener, defender, acompañar y abogar”.  Todos los voluntarios trabajan ad honorem y atienden consultas de personas con cualquier variante de cáncer, principalmente de mama, colon, próstata y pulmón.

Cuando no trabaja en SOSTÉN, VilaS atiende a pacientes en consultorio y también conduce un programa radial llamado “Trópico de Cáncer”, que se emite en una radio digital. Más allá de no tener demasiado tiempo libre, opina que su tarea en la asociación la gratifica. “Muchos de los que realizamos tareas comunitarias por satisfacción personal encontramos la fortaleza para seguir. En mi caso, mi padre, mi madre y un exesposo fallecieron de cáncer. Sé de lo que se trata y es bueno poder ayudar”, concluyó.

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