Costo de remedios llevaría a millones de personas a la pobreza

Un estudio holandés reveló que para muchos habitantes de países de bajos y medianos ingresos, los medicamentos básicos de marca son inaccesibles. El trabajo denuncia que se necesitan más esfuerzos para elaborar genéricos y asegurar la disponibilidad de fármacos en el sector público.

Decenas de miles de personas de países de bajos y medianos ingresos serían empujadas por debajo de la línea de la pobreza al tener que comprar medicinas comunes pero vitales que ya resultan inaccesibles para otros cientos de millones de seres humanos, reveló un estudio.

El equipo de Laurens Niens, de la Universidad de Erasmo, en Rotterdam, analizó la cantidad de personas que serían llevadas por debajo de un ingreso de 1,25 o 2 dólares diarios -indicadores de pobreza usados por el Banco Mundial- por pagar por cuatro medicamentos importantes ampliamente utilizados.

Los investigadores holandeses, cuyo trabajo fue publicado el martes en la revista PLoS Medicine, dijeron que sus hallazgos mostraron que se necesita un esfuerzo mayor para alentar el uso de las medicinas genéricas, más económicas, en los países pobres.

Asimismo, el equipo añadió que deben redoblarse los esfuerzos por asegurar que más fármacos estén disponibles a través del sector público en esas naciones de pocos recursos.

Los medicamentos estudiados fueron el inhalador salbutamol, usado para controlar el asma; la glibenclamida, para tratar la diabetes; el atenolol, que pertenece a una clase de medicinas denominadas betabloqueantes contra la hipertensión; y la amoxicilina, que es un antibiótico de amplio espectro.

Empleando datos del Banco Mundial y de la Organización Mundial de la Salud, los expertos generaron «tasas de empobrecimiento» para estas medicinas en 16 países de bajos y medianos ingresos.

Los resultados del estudio muestran el enorme efecto económico negativo  que generan los fármacos de marca, que muchas veces son la única opción disponible en las naciones donde la provisión por parte del sector público suele ser escasa.

En Yemen, por ejemplo, donde el 7% de las personas vive con menos de 1,25 dólar por día, la glibenclamida de marca empobrecería a otro 22% pero comprar un equivalente genérico más barato sólo empujaría a otro 3% de los habitantes por debajo de la línea de la pobreza.

 

Mientras que en Nigeria, la amoxicilina ya es inaccesible para un 56% de la población. A su vez, un 23% más caería en la pobreza si tiene que comprar su versión de marca Amoxil contra un 12% si se pudiera acceder a un genérico.

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