La prolongación en la esperanza de vida en Argentina, los intentos de coordinación federal de la salud pública y el reposicionamiento de la seguridad social fueron algunos de los logros reflejados en una publicación de las Naciones Unidas, donde también se plantearon los desafíos que debe enfrentar el sistema sanitario.
El trabajo, llamado «Aportes para el Desarrollo Humano en Argentina 2011. El Sistema de Salud Argentino y su Trayectoria de Largo Plazo: Logros alcanzados y Desafíos Futuros» fue una iniciativa conjunta realizada por la OPS, el PNUD y la CEPAL.
“El informe tiene la intención de generar debates y reflexión sobre los logros y los desafíos pendientes. Presenta pistas para encontrar soluciones”, señaló el representante residente del PNUD en Argentina, Martín Santiago Herrero. Agregó que la salud “es un elemento fundamental del desarrollo humano” y que la Argentina se ubica “en el puesto 45 del índice de Desarrollo Humano”, ingresando en el grupo de las naciones con niveles altos.
Este documento, dado a conocer en el Centro de Información de las Naciones Unidas en la ciudad de Buenos Aires, precisó que Argentina «vino atravesando una transición epidemiológica definida por tendencias a largo plazo, entre las que se destaca la disminución de la fecundidad y la prolongación de la esperanza de vida, que alteran la estructura por edades de la población».
La publicación rescató la historia del sistema sanitario argentino en cuanto a «la variación de los factores de riesgo que afecta la incidencia de las enfermedades, y el mejoramiento y la tecnología de la atención de la salud”, que modifican los índices de letalidad.
En ese sentido, aludió a datos del Ministerio de Salud de la Nación en los que la tasa de mortalidad general para el año 2008 fue de 7,6 por mil habitantes, notándose un descenso constante desde 1982, cuando alcanzaba el 8,2 por mil.
También se observó una baja en la mortalidad infantil de 12,1 por mil nacidos vivos, continuando el descenso observado desde principio de la década de 1980, precisa el reporte.
La consigna, ahora “es disminuir la segmentación y las inequidades en salud, las brechas entre las provincias de este país federal y estamos comprometidos, cada uno en su rol y funciones, a aportar hacia ese fin. Un sistema de salud con acceso de calidad es el aporte del sector y junto con los determinantes sociales de la salud contribuye al bienestar y la salud de la población argentina”, evaluó Pier Paolo Balladelli, representante de la OPS/OMS en Argentina.
Oscar Cetrángolo, coordinador de esta publicación y ex investigador de la CEPAL, destacó «la mejora en la tasa de mortalidad infantil”, aunque reconoció que el país presenta “dificultad para perforar el piso de mortalidad materna».
Cetrángolo, en su análisis de logros y desafíos observados en el sistema sanitario argentino, advirtió que a partir de la crisis de 2001 «en los años posteriores, hubo un intento de coordinación federal de la salud pública y el reposicionamiento de la seguridad social».
También resalto del informe que «el sistema de salud pública da cobertura universal a todos, pero hay superposiciones y fragmentaciones», y opinó que «no hay justificación para que un trabajador formal tenga por su aporte un mejor servicio de salud que un desocupado».
Por lo que indicó que el informe “intenta dar un señalamiento del camino para lograr una cobertura de salud uniforme, de calidad”, al seguir la trayectoria histórica del país, donde se registró “una mejora impresionante en la calidad de vida en los últimos 145 años”.
En ese sentido, el exministro de Salud, Ginés González García, elogió que el informe «rescate logros en materia epidemiológica y lo actuado durante la crisis en materia sanitaria, pero hubiese sido interesante que más allá de la estadística se hubiera evaluado la satisfacción en cuanto a la atención».
González García señaló que tras la crisis que atravesó el país en 2001 «se tomaron medidas fuertes en materia sanitaria» que siguieron siendo lineamientos del sistema de salud, entre ellas el plan Remediar «para el acceso de todos a los medicamentos».
Por su parte, la directora de la OPS, Mirta Roses, reconoció que una de las falencias del sistema sanitario es «pensarlo para el individuo, en vez de centrarlo en el ciudadano que atraviesa distintas realidades en distintas regiones del país».
Roses rescató «la mesa de diálogo en materia sanitaria que se implementó durante la crisis, para llegar con acciones concretas de sanidad», y consideró que «es un momento oportuno en el país por su estabilidad política, para avanzar en materia sanitaria».
El informe también plantea «superar la fragmentación del sistema en materia de derechos y aspectos territoriales».
El viceministro de Salud, Máximo Diosque, señaló que «el momento que está viviendo el país permite avanzar en materia sanitaria», y rescató «lineamientos y programas implementados desde 2003 como Médicos Comunitarios y el Plan Nacer, para poder abarcar distintas necesidades».
Aludió además, a lo actuado «para la prevención de enfermedades no transmisibles -la primera causa de muerte en el mundo- y lo hecho para atravesar períodos, como la pandemia de la Gripe A, dando una respuesta sanitaria a todos los argentinos».