Dieron de alta al joven que donó parte de su hígado para salvar a su madre

“No tengan miedo a donar” fueron las palabras de Fernando, de 32 años,  al abandonar el hospital Eva Perón de San Martín. Tras el trasplante, la mujer evoluciona bien, según informaron sus familiares. 

Fernando, el joven de 32 años que donó parte de su hígado para salvarle la vida a su madre, fue dado de alta esta tarde del hospital Eva Perón de San Martín. “No tengan miedo a donar” fueron sus palabras al abandonar la institución. 
Eva, de 52 años, debió ser trasplantada ayer como consecuencia de una ascitis refractaria, que es un cuadro derivado de una cirrosis hepática. Según se detalló, su salud mejora.
Romina, hermana de Fernando, precisó en la puerta del Centro de Ablación de la ciudad bonaerense de San Martín, que su madre «está bien, evoluciona favorablemente «. 
Explicó que «de los tres hermanos que somos, el único compatible para el trasplante era Fernando» y sostuvo que «cualquier hijo daría la vida por su madre», al aludir a la decisión del joven. 
Indicó que «el proceso para llegar al trasplante fue muy duro porque mi mamá no quería, no quería poner en riesgo la vida de mi hermano, hasta que entendió que eso no era así».
 
Romina dijo a la prensa que «no tengo más palabras que decir gracias a los médicos porque le devolvieron la vida a mi mamá» e insistió, en que «Fernando tuvo una responsabilidad muy grande». 
La mujer destacó el rol del hospital público «que se hizo cargo de todo y es excelente la atención» y añadió, que la madre se reunió con su hijo y «no paraba de agradecer.

Fernando, el joven de 32 años al cual se le extirpó parte de su hígado para salvarle la vida a su madre, fue dado de alta esta tarde del hospital Eva Perón de San Martín. “No tengan miedo a donar” fueron sus palabras al abandonar la institución.

Eva, de 52 años, debió ser trasplantada ayer como consecuencia de una ascitis refractaria, que es un cuadro derivado de una cirrosis hepática. Según se detalló, su salud mejora.

Romina, hermana de Fernando, precisó en la puerta del Centro de Ablación de la ciudad bonaerense de San Martín, que su madre «está bien, evoluciona favorablemente».

Explicó que «de los tres hermanos que somos, el único compatible para el trasplante era Fernando» y sostuvo que «cualquier hijo daría la vida por su madre», al aludir a la decisión del joven.

Indicó que «el proceso para llegar al trasplante fue muy duro porque mi mamá no quería, no quería poner en riesgo la vida de mi hermano, hasta que entendió que eso no era así».

Romina dijo a la prensa que «no tengo más palabras que decir gracias a los médicos porque le devolvieron la vida a mi mamá» e insistió, en que «Fernando tuvo una responsabilidad muy grande».

La mujer destacó el rol del hospital público «que se hizo cargo de todo y es excelente la atención» y añadió, que la madre se reunió con su hijo y «no paraba de agradecer.

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