La Cámara de Diputados aprobó en general y por una amplia mayoría el proyecto que incluye el tratamiento de la infertilidad en el Plan Médico Obligatorio (PMO), impulsado por el oficialismo.
La iniciativa, aprobada por 169 votos a favor y 7 abstenciones, tiene por objeto «garantizar el acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales de Reproducción Médicamente Asistida».
La titular de la comisión de Salud, la oficialista María Elena Chieno, consideró que la sanción de la ley «repara una deuda social» y se encuadra en «un país que aseguró el acceso a derechos sociales progresistas».
En concreto, establece que las obras sociales, las entidades de medicina prepaga y el sistema de salud pública deberán incorporar como prestaciones obligatorias la cobertura de los procedimientos que la Organización Mundial de la Salud define como “Reproducción Humana Asistida”.
Las prácticas contempladas por la OMS incluyen la inducción de ovulación, la estimulación ovárica controlada, el desencadenamiento de la ovulación, las técnicas de fertilización asistida y la inseminación intrauterina, intracervical o intravaginal, con gametos del esposo, pareja o de un donante.
Chieno juzgó que que el proyecto tiene una «mirada inclusiva, equitativa y responsable, que no deja afuera ningún sector» y garantiza el «acceso integral a los procedimientos y técnicas médico-asistenciales» de reproducción asistida.
Aún así, la titular de la comisión de Salud reconoció que “se deja de lado la discusión de fondo que está en el nuevo Código Civil y Comercial”, como el manejo de los gametos y embriones.
El texto en debate reúne consideraciones de proyectos impulsados por legisladores de diferentes bloques, en tanto que las especificaciones técnicas quedarán contempladas en el nuevo Código Civil y Comercial.
Se trata de la misma iniciativa que el año pasado había logrado su aprobación en general pero que cayó por las diferencias en la votación en particular y la urgencia del cierre de las sesiones ordinarias.
Chieno reseñó que en 1985 ingresó al Parlamento la primera propuesta legislativa sobre fertilización asistida y que recién ahora, 27 años después, tiene chances de ser convertida en ley.