El 54% de los fallecidos por accidentes de tránsito son menores de 35 años

En comparación al 2008, Argentina tuvo una disminución de accidentes de tránsito del 4%. A pesar de ser un porcentaje chico, representa un total de 320 vidas: mientras que en ese año, el número de víctimas fatales fue 8.205, en el siguiente se registraron 7.885. Desde la asociación civil Luchemos por la Vida se preguntan si este descenso se debe al azar o a una tendencia sustentable. Si bien advierten una mejora en la Ley de Tránsito, reconocen que no habrá seguridad vial mientras no se realicen controles eficaces y sanciones efectivas en todo el país. Por otra parte, a la existencia de problemas pendientes se le suman nuevas cuestiones, como manejar mientras se escribe mensajes de texto vía celular o el uso generalizado del GPS, lo  que lleva a una “circulación a ciegas”

 

“El federalismo en el tránsito complica las acciones para evitar accidentes”, sostuvo la licenciada María Cristina Isoba, directora de Investigación y Educación Vial de Luchemos por la Vida, en diálogo con DocSalud.com. Lo hizo en referencia a que la provincia de Córdoba no adhirió a la Ley de Tránsito 23.363, que establece las licencias de conducir por puntaje.

 

Si bien la reducción de víctimas fatales puede atribuirse también a la creación de la “Agencia Nacional de Seguridad Vial” y a los controles de alcoholemia y de velocidades máximas, el uso de casco y el cinturón de seguridad, Isoba sostiene que “no hay que tomar este descenso como un éxito rotundo, sino que se debe perseguir un compromiso de todas las autoridades nacionales”.

 

Nuevos problemas y urgencias pendientes

 

La dependencia a los teléfonos celulares no escapa al volante. Para la licenciada, el hecho de que los conductores no sólo atiendan llamadas sino también manden mensajes de texto es un problema en ascenso. También se suma el creciente uso de la herramienta GPS, y en menor medida, los televisores en los automóviles. El empleo de estos artefactos al manejar genera una “circulación a ciegas” y alimenta a la distracción, una de las principales causas de los accidentes de tránsito.

 

Otro de los problemas más actuales es el aumento de circulación de motos y ciclomotores. “El 25% de los muertos anuales son usuarios de este tipo de vehículos, que son más económicos, pero demandan controles estrictos”, señaló.

 

A estas nuevas cuestiones, se suman las asignaturas pendientes como mejorar los pasos a nivel y la infraestructura vial. “La ruta que lleva a Córdoba, que posee una gran importancia comercial, nunca llegó a convertirse en una autovía”, ejemplificó Isoba. Por otra parte, la licenciada destacó que desde 1986 es obligatorio dictar la asignatura Educación Vial en las escuelas, pero el tema no siempre es tocado o por falta de tiempo o porque los docentes no se encuentran bien capacitados.

 

Cifras y causas de muerte

 

Hasta el 30 de abril de 2010, se registraron 2.533 muertes en todo el país, y si bien no existe una estadística precisa para los heridos, se calcula que rondan los 120.000 por año.

 

De los fallecimientos en 2009, el 76% correspondieron a varones, mientras que el 54% a menores de 35 años. Consultada por Docsalud.com, Isoba declaró que el exceso de velocidad no sólo corresponde a superar la máxima permitida, sino elegir el tope legal en condiciones climáticas inapropiadas como la lluvia o la niebla o no aminorar la marcha en rutas con curvas o roturas. Otra de las causas son el consumo de alcohol, la fatiga y la distracción.

 

Por otra parte, el 24% de las muertes correspondieron a peatones, el 42% a conductores u ocupantes de automotor, el 8% a ciclistas y el 25% a motociclistas. Ante la pregunta sobre la conducta del peatón, Isoba respondió que “su comportamiento en zonas urbanas suele ser bastante malo, pero una ley lo protege y la responsabilidad suele ser imputada al conductor, ya que posee el elemento que causa más daño”.

 

A modo de reflexión personal, la investigadora señaló que se debe “tener en cuenta que en el tránsito todos nos movemos pensando que nada nos va a suceder”, pero el riesgo existe ya que “ninguno de los 22 fallecidos que hubo el domingo pensó que algo podría llegar a pasarles”. Por último, recalcó que el 46% de las muertes se registran durante los fines de semana.

 

Una advertencia en los medicamentos

 

Luchemos por la vida presentó un proyecto de ley para que se imprima un triángulo rojo, claramente visible con la frase “Puede afectar la conducción” en los envases y prospectos de los productos medicinales que, por las características de sus componentes químicos, puedan producir alteraciones en la capacidad de conducir.

 

Esta advertencia recordatoria para pacientes y profesionales de la salud, podrá significar el evitar muchas situaciones de riesgo y accidentes. La presencia de este símbolo, que es de uso internacional fue presentado por la ANMAT en 1997, pero la propuesta se dejó a un lado después de dos años “por cuestiones formales”, según relató Isoba.

 

“Sin embargo, si el paciente no está informado sobre las dificultades que ciertos medicamentos pueden ocasionarle a la hora de conducir, no se le puede imputar ninguna responsabilidad. Esta medida es sencilla, económica y puede hacer una diferencia entre la vida y la muerte”, concluyó.

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