El consumo de drogas aparece antes de que los jóvenes se desarrollen en la sociedad

El psicólogo Eduardo Lavorato, asesor técnico de las “Madres del Paco”, definió el concepto de adicto, enumeró los distintos niveles de consumo, y explicó como debe ser un tratamiento eficaz para terminar con la drogadependencia. En diálogo con DocSalud.com, explicó la importancia de las acciones orientadas a la inclusión, vitales para que un recuperado pueda forjar su identidad.

El término adicto viene de la palabra adictum, que significa «sin dicción». En relación al abuso de sustancias, la traducción de la palabra representa a la  persona “que se queda sin poder expresarse, que no tiene bien articulado ni su pensamiento, ni su acción ni su vida afectiva”, señaló en diálogo con DocSalud el licenciado Eduardo Lavorato, quién se desempeña como asesor técnico del movimiento «Madres del Paco». 

 

“Como consecuencia, las personas que devienen adictas terminan viviendo o atravesando diferentes situaciones mediante una sustancia, en este caso el consumo de drogas”, explicó Lavorato, psicólogo que se desempeña activamente en la villa 1-11-14 dentro de la agrupación “Hay otra esperanza”, liderada por Rita Díaz. Pero agregó que “hay todo tipo de adicciones, que son aquellos hábitos y patrones conductuales que se vuelven imperativos para que puedan sobrellevar sus responsabilidades, la parte de la vida que a ellos les toca vivir”, señaló.

 

“Los consumidores de drogas necesitan imperiosamente tener sus dosis de marihuana, de cocaína o de paco para poder sobrellevar sus responsabilidades, sostener un trabajo, o incluso poder expresarse sentimentalmente frente a una persona del sexo opuesto”, explicó el asesor a la par que agregó que esas creencias son “como mitos que se arman en torno al adicto” , quien está seguro de que sin ese consumo, no podría resolver ninguna  situación.

 

Sin embargo, existe otra acepción de la palabra adicto, que deriva de una situación que proviene de la Edad Media: cuando las personas no podían responder con sus bienes, pagaban su deuda con una parte de su cuerpo, e incluso con su propia vida. En palabras del psicólogo, esta asociación se ajusta aún más a lo que hoy se conoce como un adicto, porque el vínculo que tienen con el consumo de drogas es “de una profunda esclavitud.”  La dependencia de sustancias nocivas se vuelve esencial para que los que padecen esta situación puedan sobrellevar sus vidas. Pero el psicólogo advierte que esta trampa mental lleva al deterioro de la persona, con graves consecuencias como la pérdida de sus redes sociales y el descuido de su salud.

 

El especialista advirtió que existen tres niveles de consumo: “Está el usador o el que usa la sustancia de forma esporádica; el que hace abuso del consumo, con una ingesta cada vez más frecuente y sistematizada; y por último el que posee un vínculo adictivo, que incluye a  aquellas personas que no pueden sobrellevar su vida sin el consumo de drogas”.

 

A su vez, enumeró cuáles son las drogas ilegales que poseen mayor impacto. En un primer lugar se ubica la marihuana; le siguen la cocaína y los inhalantes, mientras que el abuso de paco crece en cantidades suficientes como para que cobre cada vez más notoriedad.

 

El 70% de los adictos que devienen en policonsumidores (es decir, que ingieren diversas drogas a la vez, como el alcohol, el paco y psicofármacos, entre otras) son aquellos que empezaron su carrera adictiva con la marihuana y  el alcohol. Las estadísticas demuestran, en palabras del psicólogo, el peligro que representan ciertas sustancias que hoy son legales.

 

El camino a la recuperación

 

Para poder superar una adicción debe existir primero el convencimiento personal de que la persona pueda cambiar su vida y los hábitos nocivos. El apoyo familiar también resulta fundamental y un tratamiento adecuado completa la tríada para lograr esta meta. “Estos pilares no pueden faltar en el camino de una rehabilitación, y hasta diría de una habilitación, porque en muchos casos, cuando uno habla de rehabilitar, habla de un concepto de enfermedad, donde la persona en un momento de su vida estuvo bien, le vino una crisis, empezó a consumir droga y después había que rehabilitarlo. Rehabilitarlo quiere decir, volverlo a su estado anterior”, señaló el asesor en relación al a que la drogadependencia desde edades tempranas dejó trunco el desarrollo personal de muchos jóvenes. “El consumo de droga viene mucho antes que una instancia socializadora de la persona”, afirmó el especialista..

 

 

Los tratamientos actuales y en mayor grado, los orientados a los adictos al paco,  llevan, en palabras de Lavorato a una habilitación social. “Todo el trabajo terapéutico que se hace con estos jóvenes está enfocado no sólo a su problema adictivo sino también a su problema educacional, porque en general son chicos que han estado excluidos en su dispositivo educativo o han tenido problemas de conducta porque la escuela no ha podido alojarlos” señaló.

 

Por previas situaciones de exclusión que pueden derivar en el abuso de drogas, un buen tratamiento debe incluir el aprendizaje de algún oficio para hacerlos laboralmente aptos. Lavorato relató que para este fin se está trabajando en elaborar redes entre las empresas para que puedan darles un lugar a los consumidores recuperados.  Sin embargo, se lamentó de que la tarea resulte “titánica”, porque se tiende a ver al joven adicto como a un delincuente.

 

El asesor técnico de las Madres del Paco se encarga de desmentir la falacia: “Los adictos al paco son personas que sobrevaloran la posibilidad del trabajo y  haría lo imposible para poder trabajar y ser alguien igual al resto”.

 

En conclusión, Lavorato indica que los dispositivos terapéuticos con los que se debe trabajar para rehabilitar a un adicto al paco, deben estar orientados a la inserción y a la socialización, para que los chicos puedan construir su propia identidad, o esa asignatura que para los más vulnerables aún quedó pendiente.

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