Enfermedades prolongadas: ¿se puede ver la mitad llena del vaso?

Encuestas realizadas a personas con cáncer, diabetes o enfermedades cardiovasculares mostraron que su salud psíquica es comparable a la de quienes no tienen problemas médicos. Su situación particular no necesariamente les afecta la confianza o les genera más estrés, lo que hablaría de una capacidad para sobreponerse.

La resiliencia sería una de las fortalezas de las personas que sufren enfermedades físicas debilitantes y prolongadas

La pérdida de un ser querido, una crisis económica, el desempleo. Enfrentarse a las pruebas de la vida no es fácil y a muchos les cuesta sobreponerse. Sin embargo, la resiliencia sería una de las fortalezas de las personas que sufren enfermedades físicas debilitantes y prolongadas, según lo indican los primeros resultados del estudio Understanding Society (Comprendiendo a la Sociedad) que lleva adelante el Instituto de Investigación Social y Económica de la Universidad de Essex, en el Reino Unido.

 

Esta investigación utiliza dos tipos de encuestas para que los participantes del estudio evalúen su salud mental. Una de ellas utiliza un puntaje de 1 a 5 para que cada encuestado califique su bienestar psíquico, mientras que la otra, utiliza parámetros cualitativos para estimar el sufrimiento.

 

Comparando los resultados de estas evaluaciones, los investigadores encontraron que las personas con cáncer, diabetes o enfermedades cardiovasculares y respiratorias tienen un estado de salud mental comparable al de las personas sin problemas médicos. Además, quienes tienen comprometida su salud física no necesariamente sufren también problemas de salud mental que afecten su concentración o confianza, o que les produzcan entrés.

 

Para Amanda Sacker, profesora del Instituto de Investigación Social y Económica que participó en el análisis de las encuestas: “los primeros resultados sobre la salud mental de estas personas pueden parecer contraintuitivos, pero es bueno ver un grado tal de resiliencia en aquellos que sufren enfermedades prolongadas”.

 

Además, la mitad de los encuestados que manifestaron tener niveles altos de sufrimiento y ansiedad -y que por lo tanto fueron identificados como un grupo con riesgo de sufrir enfermedades mentales leves- manifestaron tener un estado mental relativamente positivo.

 

Sacker destaca que Understanding Society hará un seguimiento en el tiempo de estas personas durante los próximos años, a medida que envejezcan, cambien sus comportamientos vinculados a la salud y experimenten desafíos diferentes en relación a su salud, trabajo y familia.  “Así podremos comprender mejor los factores que causan los problemas de salud mental y cómo proporcionar el mejor apoyo a estas personas”, explica.

 

El estudio Understanding Society se inició en 2009 y realiza un seguimiento en el tiempo de 40 mil hogares en el Reino Unido, para obtener una radiografía del estilo de vida de las personas, sus creencias y comportamientos. A través de encuestas, evalúa la salud, finanzas, empleo y participación comunitaria de los habitantes, para conocer, por ejemplo, qué ansían para sus hijos, cuánto confían en el gobierno o cómo usan los medios sociales para comunicarse con sus amigos.

 

Los resultados de la primera etapa de esta investigación pueden encontrarse en: http://research.understandingsociety.org.uk/findings/early-findings.

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