Durante el invierno y principios de la primavera es común que los niños presenten faringitis o angina causada por una bacteria, el estreptococo beta hemolítico del grupo A. El cuadro, que dura entre 2 y 5 días, se caracteriza por un fuerte dolor de garganta con fiebre y decaimiento. Su contagio se produce a través de las secreciones respiratorias del chico infectado en los convivientes cercanos en el hogar y la escuela. El tratamiento con antibióticos acorta la duración de la enfermedad y sobre todo ayuda a prevenir las afecciones asociadas a la infección estreptocócica.
Una de las complicaciones más frecuentes es la escarlatina que se presenta aproximadamente en un 10% de las faringitis por estreptococo. Se trata de una de las clásicas enfermedades eruptivas de la infancia y, en estos casos, la bacteria libera una toxina que produce una erupción o sarpullido generalizado en la piel del niño. Las manchas de color rojizo son difusas, aparecen primero en la cara y el cuello y luego se extienden a todo el cuerpo comprometiendo tronco y miembros. La piel está áspera y al tacto da una sensación similar al del papel de lija y, hacia el final de la enfermedad, se descama la capa superficial, frecuentemente a nivel de la mano y la punta de los dedos.
La lengua suele tener un color rojo intenso tipo frutilla y la garganta está muy roja e inflamada con intenso dolor. La inflamación también compromete a los ganglios del cuello que están agrandados y dolorosos. El cuadro dura una semana, cursa con fiebre mayor a 38°C, dolor de cabeza, decaimiento y frecuentemente se acompaña de vómitos.
Es relativamente sencillo hacer el diagnóstico clínico de la escarlatina con el cuadro típico de la erupción cutánea, también se puede confirmar a través del exudado de fauces para constatar la presencia del estreptococo beta hemolítico grupo A. La bacteria se detecta con un método rápido conocido como test del latex o con el cultivo que tarda 24 a 48 horas.
El tratamiento consiste en tomar antibióticos al igual que para la faringitis estreptocócica. El medicamento clásico es la penicilina oral durante 10 días, aunque actualmente también hay otras opciones con regímenes más cortos.