La eficacia terapéutica del cannabis es limitada o incierta según los síntomas, reveló el análisis de los resultados de 79 ensayos clínicos, según un estudio publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA).
El recuento de los ensayos realizados entre 6.500 participantes sugiere que la sustancia psicoactiva provoca una mejoría variable de los síntomas, pero ninguno pudo demostrarlo estadísticamente.
Los autores constataron que los cannabinoides podrían ser beneficiosos para tratar los dolores neuropáticos crónicos y los espasmos provocados por la esclerosis múltiple.
Pero encontraron pruebas débiles de que la marihuana provea una mejora para los pacientes con cáncer que padecen de náuseas o vómitos producto de la quimioterapia, así como en aquellos que sufren de insomnio o del síndrome de Tourette. En cuanto a la ansiedad y a la depresión, ninguna mejoría fue constatada.
Esta investigación muestra además un aumento del riesgo de ciertos efectos secundarios, algunos de ellos graves. Los más frecuentes son los mareos, la boca seca, la náusea, el cansancio, la somnolencia, la euforia, los vómitos, la desorientación, la pérdida de equilibrio o las alucinaciones.
Los expertos no encontraron ninguna diferencia clara sobre beneficios o perjuicios según el tipo de cannabinoides -existen unos 100 tipos en la planta- y su modo de administración.