Luciano Galletti recibió un riñón donado por su padre, Rubén Horacio, trasplante que «resultó muy bien» y ambos «se reponen favorablemente», confirmó el Instituto de Nefrología donde se realizó la operación.
Galletti, que jugó en la selección nacional, en Estudiantes de La Plata, en el Napoli, en el Zaragoza, en el Atlético de Madrid y en el Olympiacos, se alejó de las canchas en 2010 cuando se le diagnosticó una insuficiencia renal que empeoró en el último año, por lo cual debió ser sometido al trasplante.
En la puerta del sanatorio, Olga Guardia, jefa de pretrasplante y el jefe de cirugía Guillermo Hilchenbach, dieron a conocer el parte médico oficial que señaló que «los dos están despiertos, orinando, hablaron con los familiares y los estudios iniciales muestran una evolución favorable». «El órgano se adaptó perfectamente y ambos están sin dolor y muy contentos», añadió el cirujano.
La operación en el donante «duró aproximadamente dos horas y media porque es un señor muy corpulento, con un riñón grande, lo que es bueno, ya que habla de una mayor masa funcionante que beneficia al receptor, porque el órgano va a trabajar más descansado».
Hilchenbach explicó que padre e hijo «están en cuidados intensivos, no porque esté en riesgo su salud, sino porque necesitan controles muy estrictos y con periodicidad».
Soledad Menduiño, esposa del exjugador de fútbol, contó que «ya hablé con Luciano; tiene muy buen semblante y tanto él como su papá están muy bien. Le brillaban los ojos; no podía hablar, pero igual nos comunicamos. Estoy muy contenta».
El proceso continuará «cuando el donante ya podrá pasar a una habitación común si sigue como hasta ahora, y el receptor estará unos cuatro o cinco días más porque tiene más complejidad el seguimiento del riñón trasplantado», precisó el cirujano.
El médico resaltó «el optimismo de los dos; estaban muy contentos, con muy buena energía y muy predispuestos». En tanto, Guardia resaltó que en el trasplante de donante vivo «participa toda la familia, se consensua entre todos y es muy importante para la contención familiar».
En ese sentido, las hijas del futbolista -Martina de 11, Paulina de 8 y Julieta de 2- «recibieron toda la información», dijo su mamá, «ya que siempre hablamos con ellas, las tranquilizamos y sabíamos que no había riesgos». La mujer aseguró que «apoyamos a Luciano en su decisión de volver a jugar al fútbol, es su sueño».
Al respecto, el cirujano señaló que el futbolista «va a poder retomar su vida normal, lo que no sé es si va poder volver a hacer deporte de alta competencia, si bien, hasta ahora, su evolución es óptima».
Todo su tratamiento «fue y será cubierto por su obra social, IOMA, lo que es importante destacar», añadió Guardia. También informó que la operación de los Galletti «suma el trasplante número 2.245 en la institución, y el 851 de los donantes vivos».