Expertos recomiendan controlar la presión ocular en el Día del Glaucoma

Es la segunda causa de ceguera en el mundo. Pero si se detecta precozmente, se trata con hipotensores oculares, en forma de gotas de colirio. 

El glaucoma es una enfermedad de los ojos que puede controlarse y curarse sin presentar complicaciones para el paciente, siempre que se detecte a tiempo. Una vez que está avanzada, los problemas en la visión son muy graves y pueden llevar hasta la ceguera. Por eso, en el D&iiacute;a Internacional del Glaucoma, el ministerio de Salud provincial, Alejandro Collia, recuerda que un control oftalmológico a tiempo, con toma de presión ocular, es fundamental para detectar este mal y tratarlo.

“Tenemos que incorporar como un hábito para la salud de nuestros ojos la visita a un oftalmológico en forma periódica, más aún después de los 40 años y también cuando no se tiene una enfermedad visual”, informó el funcionario, a la par que agregó que en el territorio bonaerense, los hospitales públicos cuentan con servicio de oftalmología. Allí se puede tomar la presión ocular y controlar la agudeza de la visión.

La jefa de este servicio del Hospital Rossi de La Plata, Leticia Huarte, explicó que “el glaucoma alcanza a entre el 2 y 3% de las personas mayores de 40 años; mientras más avanzada es la edad, más personas se ven afectadas por esta enfermedad y en muchísimos casos lo desconocen”.

Por eso los especialistas la consideran una afección “sin síntomas, silenciosa”. Es que en las etapas iniciales sólo puede detectarse a través de la toma de presión ocular. En toda consulta oftalmológica este estudio es uno de los pasos indispensables. Es simple y rápido: consiste en la colocación de gotas anestésicas en los ojos y el apoyo de un pequeño aparato en la córnea. Los valores normales van de 10 a 20 mm de mercurio. Si el paciente tiene una presión ocular mayor a 20 debe visitar a un oftalmólogo para comenzar a tratarse.

Este viernes 16, y como campaña de difusión por el Día Internacional del Glaucoma, todos las personas que ingresen al Hospital Rossi podrán tomarse la presión ocular.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma constituye la segunda causa de ceguera en el mundo, solo superada por las cataratas. Además se estima que entre 80 y 90 millones de personas padecen esta enfermedad y que la mitad lo desconoce por la falta de síntomas que lo adviertan.

El glaucoma es una afección en el nervio óptico que puede conducir a alteraciones visuales severas: cuando sube la presión ocular se dañan estructuras, el campo visual y el nervio óptico.

Si es detectado precozmente el tratamiento consiste en la aplicación de hipotensores oculares, en forma de gotas de colirio, una o dos veces al día según la necesidad. En cambio, si la enfermedad se detecta en un estado más avanzado también se puede recurrir a las gotas, pero el daño ya es mucho mayor y pueden necesitarse tratamientos con láser o cirugías.

Cuando la enfermedad ya está avanzada afecta en primera instancia al campo visual, la persona ve el lugar adonde quiere llegar, por ejemplo el final de un pasillo, pero se choca lo que se encuentra alrededor de él, como sillas o mesas.

 “Cuando un paciente entra al consultorio en este estado de la enfermedad lo detectamos con sólo verlo caminar, porque se va chocando cosas”, explicó la oftalmóloga del Rossi. Ya en la etapa terminal, el glaucoma daña la agudeza visual y puede llevar a la ceguera.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí