La Seguridad Social francesa reconoció que Mediator, un remedio para diabéticos prohibido en noviembre del pasado año, causó unos 500 muertos durante los 33 años que fue comercializado en el país.
La Agencia Francesa de Productos Sanitarios, que adoptó esa conclusión como hipótesis «media» al término de un estudio que arrojó que otras 3.500 personas tuvieron que ser hospitalizadas a causa del medicamento, lanzará una serie de recomendaciones para quienes lo ingirieron en los últimos años.
La autoridad sanitaria obtuvo las cifras a partir de las proyecciones ante la evidencia de un incremento del riesgo de válvulopatía, una patología cardíaca.
El fármaco elaborado por el laboratorio francés Servier, fue retirado de la venta con el argumento de que «tenía una eficacia modesta en el tratamiento de la diabetes» y se sospechaba que causaba «un riesgo para las válvulas cardíacas».
Tiempo antes, precisamente en 1997, EEUU había ordenado su retiro y en Italia emularon esta conducta en 2005. A su vez, fuentes del Ministerio de Sanidad español comunicaron que el uso de este medicamento se prohibió en 2003, tras registrarse casos de hipertensión arterial pulmonar y un paciente con valvulopatía cardiaca múltiple asociada.
Sin embargo, dos años después, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) emitió un comunicado porque, una vez retirado se descubrió que se seguía vendiendo para formulación magistral con fines anorexígenos, es decir, para reducir el apetito.