El Ministerio de Salud de la Nación invirtió más de 140 millones de pesos en los últimos dos años para intensificar las acciones de vigilancia y control del Chagas, a través de la compra de insumos y equipamientos que permitieron aumentar la capacidad de respuesta ante la enfermedad.
Así lo reveló un informe para conmemorar el «Día Nacional por una Argentina sin Chagas», en el que también se destacaron las tareas realizadas desde la Nación para sensibilizar a la población sobre la prevención y la detección de esa enfermedad.
El Chagas es una enfermedad causada por un parásito -Trypanosoma cruzi-, que se contagia al ser humano y otros mamíferos a través de la vinchuca. La transmisión vectorial ocurre cuando un insecto infectado pica e inmediatamente defeca sobre la piel de una persona, depositando allí los parásitos que estaban en su intestino, los que atraviesan la piel y pasan al torrente sanguíneo.
El ministro de Salud, Juan Manzur, sostuvo que «la problemática del Chagas es una prioridad para esta gestión, por eso hemos creado la Dirección de Enfermedades Transmisibles por Vectores y el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMET)».
El día argentino contra el Chagas que se conmemora el último viernes de agosto, fue establecido por iniciativa del Ministerio de Salud en el marco del Programa Nacional de Chagas. El objetivo central de ese plan sanitario es interrumpir la transmisión de la enfermedad en todas sus formas para disminuir la morbilidad y mortalidad.
Para evitar la infección por la vía vectorial, en zonas endémicas es importante poner en práctica acciones que evitan la presencia de vinchucas en las viviendas como mantener lo más ordenada posible la casa y sus alrededores, ventilar las camas y los catres y limpiar detrás de muebles y objetos colgados de las paredes.
Sergio Sosa Estani, director de Enfermedades Transmisibles por Vectores del Ministerio, precisó que «con la asignación de los recursos necesarios, en los últimos dos años hemos podido aumentar la cantidad de viviendas bajo vigilancia y control, además de ampliar la capacidad de respuesta del sistema sanitario para la detección y el tratamiento del Chagas”.
El funcionario explicó que “en las zonas urbanas estamos promoviendo el diagnóstico y tratamiento del Chagas congénito y la atención de los pacientes infectados en el primer nivel, que son los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), además de generar redes de referencia y contrarreferencia cuando se necesita mayor complejidad de atención”.
En cuanto a la creación del INMET, anunciada en febrero por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y cuya sede está en la ciudad misionera de Puerto Iguazú, sostuvo que “el aporte de un organismo de estas características para tratar una enfermedad como el Chagas es fundamental para la política sanitaria».
Sosa Estani dijo que con esa institución «se complementan las investigaciones que vienen realizando otros institutos del Ministerio de Salud, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y diferentes universidades».
Como parte de las acciones contempladas, el Programa Nacional de Chagas apoyará a las provincias proporcionando insumos y materiales educativos para la realización de actividades de prevención en hospitales, escuelas y organizaciones sociales.
Además, formarán parte de esta iniciativa la inclusión de una opción de orientación a la población en la línea telefónica gratuita 0800 222 1002 del Ministerio de Salud y la puesta on line de un sitio en la página web www.msal.gov.ar, a través del cual se podrán acceder a información.
Cómo afecta la enfermedad a los argentinos
A cien años de haber sido descripta por primera vez, esta infección, continúa siendo un grave problema de salud pública en muchos países de América Latina. En Argentina, según las últimas estimaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) del 2006, habría 7,3 millones de personas expuestas al Chagas, 1,6 millones infectadas y más de 300.000 afectadas por cardiopatías de origen chagásico.
La prevalencia de la infección en embarazadas fue de 6,8 por ciento en 2000 y de 4,2% en 2009. En base a esos datos, se estima que cada año nacen unos 1.300 niños infectados por Chagas por transmisión congénita que, si son detectados a tiempo, pueden tratarse y curarse.
La prevalencia media de infección en niños menores de 14 años fue de 1,5% en 2009 y 9 de cada 10 tratados en fase aguda y 7 de cada 10 tratados en fase crónica lograron curarse en el país. Pero a pesar de los avances, según el informe, quedan desafíos por alcanzar, dado que persiste el riesgo de transmisión vectorial en algunas provincias.
Asimismo, en Jujuy, Neuquén, Río Negro y La Pampa certificaron la interrupción de la transmisión vectorial en el año 2001 y Entre Ríos lo logró en 2004.
Por otra parte, si bien hasta hace algunos años el Chagas se concentraba en áreas rurales, el aumento de migraciones internas y de países vecinos con elevada endemicidad hacia grandes conglomerados urbanos, contribuyó a que la totalidad de las jurisdicciones del país posean riesgo de transmisión congénita.
Para dar respuesta a esta problemática, el Plan Nacional para el Control de la Enfermedad de Chagas 2011-2016, contempla la intensificación de acciones de control vectorial y rociado de viviendas; diagnóstico y tratamiento en niños, jóvenes y adultos y control de donantes de sangre y de órganos en todo el país.