La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy su decisión de mantener la alerta de pandemia de la Gripe A, un año después de su entrada en vigor y de la adopción de medidas sanitarias excepcionales en todo el mundo para controlar su propagación.
La directora general de la OMS, Margaret Chan, anunció que el Comité de Emergencia del organismo volverá a reunirse a mediados de julio para evaluar la situación.
La decisión adoptada por Chan sigue a una reunión que mantuvo dicho Comité de Emergencia el día 1 del corriente por teleconferencia.
Según las recomendaciones del Comité, «desde una perspectiva global, aunque continúa la pandemia, el periodo de actividad más intensa parece haber pasado en muchas partes del mundo«. Pero agregaron que «sigue siendo crítico que los países mantengan la vigilancia respecto a la pandemia».
Por ello, y tras estudiar las recomendaciones de los científicos, Chan decidió hoy no levantar la alerta y convocar una nueva reunión del Comité de Emergencia para mediados de julio, «cuando ya esté disponible la información sobre la estación invernal de gripe del hemisferio Sur«.
El virus H1N1 se descubrió en abril de 2009 en Norteamérica y fue declarado el 11 de junio de ese año como la primera pandemia del siglo XXI debido a su rápida propagación geográfica y a los temores que gener&ooacute; por tratarse de un virus desconocido y con posibilidades de mutar.
Asimismo, se estableció que los grupos de riesgo no eran los habituales (ancianos), sino grupos de edad más jóvenes (incluso en buena salud), mujeres embarazadas y personas con problemas de salud crónicos.
Sin embargo, conforme transcurrían los meses se confirmaba que, globalmente, el virus tenía consecuencias moderadas y que su tasa de mortalidad era incluso menor a la de la gripe estacional.
El virus H1N1 ha provocado en poco más de trece meses unos 18.000 decesos confirmados por pruebas de laboratorio, frente a las 500.000 muertes anuales que se atribuyen a la gripe estacional.