Inhalar aerosoles: una preocupante moda que crece entre chicos de 12 a 17 años

Por Celina Abud.- El Lic. Eduardo Lavorato explicó que los jóvenes de bajos recursos eligen la práctica para lograr un estado de alteración mental. Estos elementos caseros pueden provocar daños irreversibles en el sistema nervioso.

Una modalidad cada vez más extendida entre los adolescentes que buscan lograr un estado de alteración mental preocupa a la sociedad y ya se cobró la vida de un niño de 12 años, en Trelew. Se trata de la inhalación de sustancias volátiles contenidas en elementos económicos que se encuentran en cualquier hogar, como los aerosoles.

El licenciado Eduardo Lavorato, experto en Minoridad y Adicciones, explicó que esta forma de drogarse “es muy popular entre los adolescentes de entre 12 y 17 años” y que “está muy asociada a la falta de recursos económicos”. Agregó que el hábito de consumo desciende partir de los 18 años, momento en que los jóvenes, al disponer de más dinero, reemplazan los elementos caseros por otras sustancias como la marihuana o la cocaína.

“Con estos componentes tóxicos que están al alcance de la mano, los jóvenes buscan llegar a un estado de embotamiento psicológico, precisamente a la sensación de estar ausente”, indicó Lavorato para luego aclarar que no sólo eligen los aerosoles (como desodorantes, pinturas pulverizadas o productos de limpieza para computadoras), sino también los disolventes volátiles (esmaltes y quitaesmaltes de uñas, correctores de oficina, pegamentos y gasolina, entre otros) y gases como el natural o de encendedores.

La sustancia tóxica que contienen tanto estos gases como los desodorantes de ambientes es el butano y, según detalló Lavorato, los efectos psicoactivos derivados de su inhalación “son similares a los del alcohol, ya que conllevan a conductas de deshinibición, a la euforia y a la falta de coordinación en los movimientos”. Pero también produce “enajenación de la realidad, mareos, dolores de cabeza, taponamiento de los oídos y hasta aturdimiento”.

El experto en Minoridad y Adicciones indicó que el uso prolongado de estas sustancias “genera alucinaciones, ya que deterioran la mielina”, que es el tejido graso que recubre las neuronas. Otros daños irreversibles de las prácticas inhalatorias a largo plazo son la pérdida de audición, las neuropatías (vislumbradas en espasmos en las extremidades y las convulsiones) y daños en el sistema nervioso central.

“Pero aspirar dosis concentradas de butano puede llevar al síndrome de muerte súbita con  una sola toma y ésta puede ocurrir por insuficiencia cardíaca, causada por el abuso de la sustancia; o por asfixia, ya que el componente desplaza el aire de los pulmones”, concluyó Lavorato.

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