Pocos días atrás, en el Palacio Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires se desarrolló una Jornada para crear conciencia sobre el cáncer y difundir la labor que realiza la Fundación Donde Quiero Estar desde 2006, brindando contención y clases de arte a más de 1800 pacientes por año mientras reciben quimioterapia. En este marco se realizó una exposición con las obras realizadas durante el tratamiento y se hizo entrega del diploma por el que este cuerpo parlamentario declara de interés social y humanitario el trabajo de esta organización.
Del evento, realizado por iniciativa de la diputada porteña Adriana Montes (Bases para la Unión), participaron la ministra de Desarrollo Social de la Ciudad, Carolina Stanley, la jefa de la División Oncología Clínica del Hospital de Clínicas, doctora Silvia Ferrandini y distintas representantes del emprendimiento galardonado: su presidenta, Victoria Viel Temperley; la directora artística, licenciada María de San Martín, las psicólogas y coordinadoras Estefanía Marzik y Candelaria Berizzo y la reflexóloga Nora López. La actividad también contó con el testimonio de ex pacientes y voluntarios.
“Para mí es un orgullo y un honor estar presente en este acto y felicito a todo el equipo de Donde Quiero Estar porque sé que trabajan muchos voluntarios de corazón, haciendo este trabajo todos los días. Mis más profundas felicitaciones y muy merecida distinción la de hoy”, expresó la ministra Stanley.
Por su parte la diputada Montes señaló: “Esta distinción no alcanza para retribuir el trabajo que día a día viene realizando este hermoso grupo humano. El deseo de todos los que estamos acá presentes es que el programa llegue a la mayor cantidad de hospitales y centros de salud de todo el país«. La diputada agregó que el objetivo de la jornada es distinguir y difundir el invalorable trabajo que, sin recibir apoyo económico, realiza esta fundación, para que aquellos hombres y mujeres que transitan por una situación similar sepan que hay un grupo de personas dispuestas a acompañarlos y a ayudarlos a transitar cada sesión de quimioterapia de la mejor manera.
“La posibilidad de utilizar el arte como lenguaje a veces se considera un privilegio de pocos, por eso, para mí esta Declaración representa un reconocimiento a la inclusión, ya que nuestro programa pone el arte al alcance de la sociedad, y esto tiene aún más sentido si pensamos que quienes se expresan por este medio son personas que pasan por un momento crucial de sus vidas como es un tratamiento oncológico”, expresó San Martín
Mientras que Berizzo destacó que la jornada logra que programas de esta índole lleguen a ser de conocimiento público, generando un mayor entendimiento y compromiso por parte de la sociedad respecto a las enfermedades oncológicas.
Cómo transformar la espera pasiva
Donde Quiero Estar es un programa de calidad de vida para el paciente oncológico y su familia que generó un sistema de atención a través de un protocolo complementario que mejora la adaptación progresiva al tratamiento y el tránsito por la enfermedad, tanto de pacientes como de familiares. Para ello, aprovecha el tiempo de internación, enseñando técnicas y actividades como recursos terapéuticos.
Entre sus logros se destacan el cumplimiento de la totalidad de sesiones de quimioterapia y la creación de un grupo de sostén que revaloriza el rol de los acompañantes. Además, las técnicas de relajación, respiración, masajes, fotografía y expresión artística mientras reciben la medicación por vía endovenosa, posibilitan que los pacientes redirijan el foco de atención hacia su obra creativa, disminuyendo así las molestias asociadas.
“A medida que los pacientes se interiorizan con la propuesta, vemos cómo logran cambiar su forma de interpretar la vida, de pensarla y entenderla de una forma más positiva, es esto lo que le da al programa su mayor fortaleza y nos llena de satisfacciones, no sólo a nivel profesional sino también humano”, comentó Berizzo.
En el mismo sentido Marzik apuntó: “Actuamos en un momento crítico para los pacientes porque les genera angustia, miedo, ansiedades y los confronta con su enfermedad. Nosotros buscamos darles la mayor cantidad posible de herramientas para que puedan afrontar las diferentes etapas y el tratamiento. Trabajamos en equipo para contener, sostener, brindar información y transformar la espera pasiva en una actividad creativa y compartida. Así, el paciente se corre del lugar de enfermo y comienza a ser artista y protagonista de sus obras y de su propia recuperación”.
Cambiar la mirada
Berizzo disertó sobre psicooncología e hizo hincapié en la necesidad de hablar más y mejor del cáncer, sostuvo que tanto para la prevención y el diagnóstico como para los procesos de aceptación, tratamiento y recuperación resulta indispensable cambiar la mirada sobre esta patología e instó a dejar de llamarla “una penosa, triste y larga enfermedad” para buscar las potencialidades que toda persona tiene dentro. “Luego de pasar por esto, los pacientes tienen que salir fortalecidos, con nuevas habilidades y recursos; resilientes. Porque lo importante no es cuánto vivimos sino el modo en el que lo hacemos, con fuerza y dignidad”, enfatizó la psicóloga.
Asimismo, Viel explicó: “La fundación tiene como objetivo la búsqueda constante de alternativas que permitan acompañar al paciente con un enfoque positivo y completo entre cuerpo, mente y espíritu. Nuestro compromiso es lograr el bienestar de la persona en toda su integridad. El cáncer ocupa sólo una fracción de la persona, tenemos que mirar también su parte sana y creativa, para brindarles estrategias que les ayuden a elevar su autoestima y desarrollar sus propios recursos para enfrentar la enfermedad de la mejor manera”.
