Niños de Nepal cuyas madres recibieron suplementos de hierro y ácido fólico en el embarazo resultaron más inteligentes, más organizados y con mejores habilidades motrices que los hijos de mamás que no tomaron esos compuestos, indicaron investigadores de Estados Unidos.
Los expertos dijeron que asegurar a las mujeres embarazadas este cuidado prenatal básico podría tener un gran impacto en el futuro educativo de los niños que viven en las comunidades pobres, donde la deficiencia de hierro es común.
«El hierro es esencial para el desarrollo del sistema nervioso central», dijo Parul Christian, experta en salud internacional de la Johns Hopkins University, cuyo estudio fue publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA).
La deficiencia del elemento es el trastorno nutricional más común y extendido en el mundo, con 2.000 millones de afectados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cuando se sufre a edad temprana, esta falta puede interferir con el desarrollo nervioso, bioquímico y metabólico, afectando la capacidad intelectual y la motricidad fina.
El equipo de Christian estudió a 676 niños en edad escolar cuyas madres habían participado en un ensayo clínico en el cual a algunas se les brindaron suplementos de hierro y ácido fólico y otros nutrientes durante la gestación. Alrededor del 80% de los chicos -de 7 a 9 años- fueron inscriptos en escuelas.
«Tuvimos la oportunidad de seguir a los hijos de las mujeres que habían participado en un ensayo al azar sobre el uso de hierro, ácido fólico y otros nutrientes para evaluar la función neurocognitiva y los resultados», señaló Christian.
«Lo que demostramos es que la suplementación con hierro y ácido fólico prenatal tiene un impacto importante sobre el nivel intelectual y la habilidad motriz y escolar de los hijos, lo que es un hallazgo muy emocionante», añadió la especialista.
La suplementación tuvo efecto sobre una serie de funciones, incluida la intelectual, la ejecutiva y la motricidad fina, factores que podrían tener impacto sobre el éxito académico posterior de un niño, explicó la investigadora.
Christian indicó que muchos chicos de comunidades pobres se beneficiarían con la existencia de mejores programas prenatales que incluyan estos suplementos nutricionales de bajo costo.
«Estos resultados hablan a una gran cantidad de personas que residen en esa parte del mundo. Las deficiencias de hierro y ácido fólico son muy comunes», añadió.
La OMS estima que en los países en desarrollo, una de cada dos embarazadas padece anemia y alrededor de un 40% de los niños preescolares también sufren esa deficiencia.
El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la Fundación Bill & Melinda Gates.