Un equipo médico cree haber logrado “curar” a un hombre infectado con VIH y enfermo de leucemia al que sometieron hace tres años a un trasplante de médula de células madre.
«Nuestros resultados sugieren que el paciente se curó del virus», indican los autores en el estudio publicado en el número de diciembre de la revista científica Blood, que ratifica a su vez un informe anterior sobre el tema publicado en febrero de 2009.
Timothy Ray Brown, también conocido como el «paciente de Berlín», se sometió en 2007 a un complicado tratamiento para combatir una leucemia mieloidea, un tipo de cáncer que afecta al sistema inmunológico. La terapia incluyó recibir un trasplante de células madre de un donante portador de un gen hereditario poco común, asociado con la reducción del riesgo de contraer el VIH.
Los médicos del Hospital Médico Universitario de la Caridad de Berlín, en Alemania, seleccionaron las células madre del tipo denominado CD4 que no poseen el receptor CCR5, necesario para que el virus se propague por el organismo.
Antes del trasplante, Brown recibió altas dosis de quimioterapia y radioterapia, y tras recibir el trasplante dejó de tomar los anti-retrovirales contra el VIH. El paciente tuvo una recaída de leucemia 13 meses más tarde y fue sometido de nuevo a otro trasplante de células madre del mismo donante.
Los médicos pensaron que el VIH archivado en las células del paciente comenzaría a proliferar una vez que su sistema inmunológico comenzara a recuperarse del tratamiento previo y post-trasplante.
El caso fue reportado por primera vez durante la 15 Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) en Boston en 2008 por los médicos que llevaron a cabo el tratamiento propuesto por el doctor Gero Huetter. En 2009, The New England Journal of Medicine informó que después de 20 meses sin tomar los anti-retrovirales no había nuevos signos de VIH y en la revisión del estado del paciente publicada ahora el equipo médico asegura que, tres años después del trasplante, «su sistema inmunológico ha recuperado una salud normal».
Aunque continúan observando la evolución del paciente y no se sabe cómo responderá en el futuro, este caso podría preparar el camino para conseguir una cura permanente del VIH a través de células madre genéticamente modificadas.
No obstante, también hay facultativos que advierten que se trata de una terapia costosa y «arriesgada», que no se puede aplicar a todos los pacientes y no es una cura definitiva para el sida.
El doctor Michael Saag, de la Universidad de Alabama en Birmingham (EEUU), señaló en declaraciones a CNN que «es una prueba interesante sobre cómo medidas extremas pueden llevar a la cura del VIH». Sin embargo, consideró que «por desgracia, es demasiado arriesgada para convertirse en una terapia estándar, incluso de encontrar los donantes correctos».
El doctor señaló que las células con las que ha sido tratado Brown provienen de un donante en particular con una mutación genética natural poco frecuente y seria muy difícil encontrar donantes. Por otra parte advirtió que este caso es particular, ya que era un paciente con cáncer y VIH, por lo que no recomendaría que pacientes sanos se sometan a un tratamiento tan agresivo.
En este sentido, recordó que los actuales medicamentos para tratar el virus permiten a los pacientes infectados hacer una «vida normal» durante años. «Una persona de 25 años diagnosticada hoy con el VIH tiene una probabilidad razonablemente buena de vivir hasta los 80, 85 ó 90» años, aseguró.
Según datos de la ONU, actualmente 33,3 millones de personas en el mundo viven con el virus del VIH.