Eugenia Sacerdote de Lustig, la médica italoargentina que en la década de 1950 se destacó por sus investigaciones contra la poliomielitis, falleció este domingo a los 101 años. El deceso se produjo apenas once días después de haber sido galardonada por el Senado de la Nación con la Medalla del Bicentenario, para reconocer su trayectoria científica.
Nacida el 9 de noviembre de 1910 en Turín, Sacerdote de Lustig fue una de las primeras mujeres en recibirse de la Carrera de Medicina. Decidió comenzar sus estudios en 1929, época en que las mujeres no tenían acceso a la educación superior.
Gracias a su esfuerzo y pasión, fue seleccionada para formar parte de la cátedra de histología en la Universidad de Turín, por el prestigioso profesor Giuseppe Levi. Pero en 1939, el fascismo la obligó a huir de su país natal con su esposo y su hija, para instalarse definitivamente en Argentina.
Ya en la cátedra de Histología de la Universidad de Buenos Aires, comenzó a experimentar con el cultivo de células vivas. Ésta técnica permitió el estudio de distintos tipos de virus y tumores, y en 1959, su trabajo fue clave para controlar la epidemia de poliomielitis.
Los trabajos de Lustig en el Roffo y en el Instituto Malbrán superaron las 180 publicaciones científicas. Por sus investigaciones fue reconocida con los premios «Mujer del Año de Ciencias» (1967); Alicia Moreau de Justo (1988); Hipócrates a la Medicina (1992); además de una mención especial en ciencia y tecnología de la Fundación Konex (2003) y ser distinguida como «Ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires» (2004), entre otros.
