Unas 800.000 personas se suicidan cada año y los medios de comunicación desempeñan un papel importante a la hora de informar de manera responsable de esas muertes y contribuir a su prevención, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con motivo del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, que se conmemora el domingo, la OMS actualizó su guía para los medios porque considera que las informaciones periodísticas pueden «mejorar o dificultar los esfuerzos de prevención», dijo la doctora Alexandra Fleischmann, del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.
La científica afirmó en una rueda de prensa que es importante trabajar en la prevención con los medios y no solo hablar de lo que no deben hacer, a fin de que la prensa pueda transmitir el mensaje de que el suicidio no es un tabú y que se hablar de ello y buscar ayuda.
Según esta experta, cada 40 segundos hay una muerte autoprovocada y por cada una de ellas hay otros 20 intentos. Estos actos se registran en todos los grupos de edad y en ambos sexos, pero generalmente afectan más a jóvenes de entre 15 y 34 años, y en el segmento de entre 15 y 29 años es incluso «la segunda causa de muerte», señaló la doctora.
La guía recomienda proporcionar datos precisos sobre dónde se puede buscar y encontrar ayuda, informar de historias personales sobre cómo hacer frente a situaciones difíciles en la vida o a pensamientos suicidas y aplicar una precaución especial en las noticias sobre suicidios de famosos.
La OMS también recomienda tener cuidado a la hora de entrevistar a familiares o cercanos afectados por un suicidio, ya que pueden ser una buena fuente para educar a otras personas sobre las realidades de estas muertes, pero se encuentran en una situación de crisis y duelo que se debe respetar.
Según la guía de la OMS, al menos seis personas se ven directamente afectadas por cada episodio de muerte autoprovocada.
El documento igualmente pide a los medios impresos y digitales que no destaquen las informaciones sobre suicidios en las portadas o en lo alto de las páginas y a los canales de televisión y emisoras de radio que no abran sus informativos con suicidios.
Además, la OMS considera que los periodistas no deben emplear un lenguaje sensacionalista o que normalice el suicidio, ni presentarlo como una solución constructiva a problemas.
Igualmente sostiene que es mejor no describir explícitamente el método usado para cometer el suicidio ni tampoco el lugar preciso donde ocurrió la muerte.
La organización señala además que deberían evitarse el uso de fotografías, vídeos o enlaces digitales que recogen la escena del suicidio y, si se emplea material gráfico, obtenerse de la familia.
Fleischmann señaló que la prevención del suicidio, reconocido como una importante prioridad de salud pública y cuya reducción forma parte del plan de acción de la OMS y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, requiere una «respuesta integral de diferentes sectores y niveles».
Explicó que los factores de riesgo son la depresión y desórdenes asociados con el alcohol, las drogas, la violencia, los traumas, las pérdidas y situaciones de conflicto, y también el acoso escolar.