ONGs lanzan campaña “Por qué hay que hablar más de cáncer”

Un grupo de ONGs y asociaciones de pacientes oncológicos del país lanzaron la campaña “Por qué hay que hablar de cáncer”, en coincidencia con la conmemoración del día mundial de la enfermedad, el 4 de febrero.

El colectivo busca instalar a la dolencia en el centro de la agenda pública de salud, a la par que se muestra preocupado de que cada vez hay más pacientes y sin embargo, persisten trabas que obstaculizan el acceso al tratamiento, según se detalla en un comunicado.

La coalición de asociaciones de pacientes integrada por Fundación Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico (ACIAPO), la Asociación Civil de Lucha contra el Cáncer de Ovario (ACILCO), Linfomas Argentinas, Fundación Pacientes con cáncer de pulmón (FPCP), Fundación Tzedaka y Movimiento de Ayuda Cáncer de Mama (MACMA) busca hablar más de cáncer para superar estas barreras, que afectan especialmente a las personas más carenciadas.

El reclamo va en línea con el que realiza la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), cuyo lema global de este año es “A nuestro alcance” y uno de los sublemas es “Tratamiento para todos – Está en nuestras manos”.

“Tenemos que hablar de cáncer porque en el futuro cercano será uno de los principales problemas de salud pública. Y si hoy tenemos dificultades para el control de la enfermedad (en cuanto a registrar casos, políticas de control, presupuesto y administración de recursos), imaginémonos qué va a pasar cuando la carga de la enfermedad crezca”, explicó el licenciado Ignacio Zervino, Director de Relaciones Institucionales de ACIAPO.

 “Aunque Argentina es un país con amplia cobertura de salud pública, y se han logrado avances como un Instituto Nacional del Cáncer (INC) de excelencia, los pacientes son cada vez más, y el acceso se dificulta debido a hechos tales como la excesiva distancia hasta el centro de atención, que conlleva el inconveniente de los traslados, los gastos de viaje y alojamiento o la falta de educación para comprender cómo seguir un esquema de tratamiento”, agregó.

A su turno, Haydee A. Gonzalez, Presidente de Linfomas Argentina declaró: “Estas trabas, que incluyen retrasos, dilaciones y falta de respuestas, afectan a los pacientes y los desalientan. Sobre todo a los más carenciados, a aquellos que no tienen posibilidad de reclamar ya sea por desconocimiento de sus derechos o por falta de recursos. Lo más lamentable es que muchos terminan abandonando el tratamiento o vuelven al médico cuando la enfermedad ha avanzado tanto que sólo les resta recurrir a tratamientos paliativos”.

Por su parte Pedro Czanyo, Presidente de FPCP, aseguró que “Una de las principales cuestiones a vencer es el miedo al cáncer” y que hablar de la enfermedad “es perder ese miedo y llegar a más gente para prevenir y generar conductas saludables”.

Por último, el ingeniero Elías Benveniste, Fundador y Presidente de ACILCO, explicó que «la falta de información en la comunidad sobre síntomas y factores de riesgo tiene como consecuencia la detección tardía de la enfermedad limitando las posibilidades de cura” y agregó que  “en el caso del Cáncer de Ovario, 7 de cada 10 mujeres no son diagnosticadas a tiempo, colocando a este tipo de cáncer como el 5º más mortal”.

La coalición de ONGs por el cáncer pide mejorar el asesoramiento y la asistencia, educar al paciente, mantener bancos de drogas oncológicas y eliminar barreras burocráticas.

Situación en Argentina y en el mundo

Según el INC, Argentina se encuentra dentro del rango de países con incidencia de cáncer media-alta, es decir que cada año habrá 2 casos nuevos cada mil habitantes. La enfermedad causa en el país 60 mil muertes anuales, de las cuales más del 90% se produce en personas mayores de 44 años.

En relación a la situación mundial, la UICC recuerda que más de un tercio de las muertes por cáncer se pueden evitar, y muchos tumores malignos son curables si se detectan y se tratan a tiempo. Por ello, entre los objetivos de la Declaración Mundial sobre el Cáncer para lograr en 2025 se destacan los de reforzar los sistemas sanitarios, mejorar el acceso a diagnóstico, tratamiento, medicación, rehabilitación y cuidados paliativos de calidad, y lograr el acceso universal a los servicios de tratamiento del dolor y de control del sufrimiento físico y psicológico.

Las consecuencias del cáncer son peores en los países más pobres: se demostró que la probabilidad de morir por esta enfermedad es 1,6 veces mayor en los países de bajos ingresos. La tasa de mortalidad para todos los cánceres en las naciones más pobres es de 74,5%, mientras que en países de altos ingresos es de apenas 46,3%. Y se estima que en 2030, el mundo en vías de desarrollo soportará el 70% de la carga mundial de cáncer.

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