La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió sobre la discriminación que aún persiste en algunos sistemas de salud contra las personas LGBT, en vísperas del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia que se conmemora el domingo.
El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y la reconoció como «una variación natural de la sexualidad humana» y por ese motivo se estableció ese día para reforzar la lucha contra la discriminación al colectivo.
Respecto de los avances logrados después de esa fecha, la OPS publicó el informe sobre «los avances y desafíos de la situación de las personas LGBT» en el que menciona el rechazo a las «terapias» de cambio de orientación sexual, «las cuales carecen de justificación médica y científica, y representan una grave amenaza para la salud y el bienestar de las personas afectadas». Asimismo, destaca que actualmente hay un consenso emergente de que las personas trans tampoco padecen un trastorno.
Sin embargo, el trabajo hace hincapié en los desafíos relacionados con la igualdad en el acceso a los servicios de salud.
En 2013, los ministros de Salud de la región reunidos en la OPS aprobaron una resolución «para reducir las disparidades en el acceso y el uso de los servicios de salud por parte de la población LGBT».
Las resolución habla de las «barreras reales» generadas por el estigma y la discriminación, «que van desde la negación pura y simple de la atención, a la atención deficiente o suposiciones erróneas acerca de las causas de sus problemas», señaló la directora del organismo, Carissa Etienne.
También explicó que los sistemas sanitarios no suelen tener en cuenta variables como la orientación sexual o la identidad de género, «lo que hace que las personas LGBT sean invisibles en los sistemas de salud».
Por este motivo, los ministros se comprometieron en 2013 a hacer frente al reto de la falta de información sobre la salud de la comunidad LGBT.
«Según la información disponible, las personas LGBT experimentan peores disparidades y resultados de salud que las heterosexuales, presentan mayores tasas de infección por VIH, depresión, ansiedad, consumo de tabaco, abuso de alcohol, suicidio o ideas de suicidio por estrés crónico, aislamiento social, y desconexión de una serie de servicios de salud y apoyo», dice el estudio.
Actualmente, varios países del continente atraviesan un proceso de reforma de la salud y están revisando sus políticas y legislación, estableciendo servicios específicos para este grupo, con el fin de avanzar hacia un acceso y cobertura universales de la salud.
«Han habido avances, pero debemos hacer más para sortear el obstáculo de la homofobia y brindar una atención equitativa, integral, diferenciada y con calidez a todas las personas, independientemente de su orientación sexual», afirmó por su parte Anna Coates, jefa de la Unidad de Género y Diversidad Cultural de la OPS/OMS.