Para la OMS, «es posible» que el uso de celulares produzca cáncer

La Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) alertaron por primera vez sobre el uso de celulares y un “posible” riesgo de cáncer cerebral. Tras una semana de debate, ambos organismos anunciaron en Lyon, Francia, que el vínculo entre estos teléfonos y la enfermedad podría ocurrir por  los campos de radiofrecuencias de los aparatos.

 

La clasificación que le corresponde a estos dispositivos es la de “2B”, una categoría utilizada por la IARC para incluir a los agentes con “evidencia limitada de carcinogénesis en humanos”, mientras que la categoría “2 A” corresponde a aquellos “probablemente carcinógenos”. En otros niveles, se encuentra el grupo “1”, para los componentes con evidencia suficiente de estar asociados a la enfermedad, el “3” para los que no son clasificables y el 4 para los “presumiblemente no cancerígenos”.

 

La decisión de incluir a los celulares el rango “ 2 B” se basó en un estudio de la University of Southern California, que detectó un riesgo 40% mayor de contraer gliomas -un tipo maligno de cáncer cerebral- en los usuarios más frecuentes de este tipo de telefonía.

Desde sus inicios, las implicancias de la telefonía móvil en la salud humana llevó a que se realizaran numerosos estudios. Uno de los primeros, del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU en personas con tumores cerebrales -realizado entre 1994 y 1998- no arrojó conclusiones claras. Mientras que otro más relevante terminado en 2010, llamado Interpone, había concluido que usar estos dispositivos no aumentaría el riesgo de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, esta nueva investigación de la universidad californiana cambió el panorama.

 

Consultado por DocSalud.com, el doctor Mario Bruno, exjefe de Oncología del Hospital Álvarez, indicó que la categoría “2 B” corresponde a los agentes “que tienen un cierto riesgo de alterar los códigos genéticos de las células” y que en este caso, la radiación que producen los celulares podría estar “asociada a los tumores primitivos del cerebro”. Sin embargo, enfatizó en que aún “no existe ninguna prueba concreta”, de que el uso de estos teléfonos esté estrechamente relacionados con la enfermedad.

 

Para la doctora Guadalupe Palotta, Jefa de la Sección de Oncología del Hospital Italiano, el  alerta de la OMS y la IARC debe ser tomada “con mucho cuidado, ya que es muy difícil realizar grandes estudios epidemiológicos que confirmen este tipos de relaciones”. Sin embargo reconoce que la posible asociación entre la radiación y el cáncer cerebral llevó “a la amplia aparición de dispositivos con tecnología touch o de manos libres, donde se incentiva a los usuarios a mandar mails y mensajes de texto y mantener el aparato lejos de la cabeza”.

 

Bruno explicó que existen 273 tipos de tumores cerebrales. Los gliomas, afectan “a las células de sostén del cerebro, llamadas células gliares, que son las que mantienen la estructura del órgano”. Sin embargo para confirmar este peligro “se debería pensar en un aumento significativo de este cáncer, algo que todavía no está confirmado”, indicó. 

 

El médico opinó que si la OMS y la IARC decidieron alertar y no confirmar este “posible peligro” en 2011, es porque “en el 95% de los tumores, cualquier elemento cancerígeno necesita un período acumulativo de entre 20 y 25 años para que la enfermedad se desarrolle” y la masividad del uso del celular “apenas si llegó a alcanzar este período”.

 

Por su parte, Palotta indicó que “atribuir la aparición de los gliomas a una sola causa mientras que el planeta está sufriendo cambios constantes es impreciso”. Por lo que recomendó “no tenerle miedo a una tecnología de la  hoy no se puede prescindir”, ya que “no está confirmado que el uso de celulares sea en verdad cancerígeno, como lo es el cigarrillo”.

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